LA provincia de Ávila tiene mucho que ver y de lo que disfrutar pero especialmente dos joyas que, como tales, están protegidas: son el Parque Regional de la Sierra de Gredos y la Reserva Natural del Valle de Iruelas. Un tándem perfecto que ahora lo puede ser más gracias alPlan de Competitividad de Turismo Activo puesto en marcha por el Estado, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Ávila y que se prolongará hasta finales de 2014, al menos.
Con una buena base las cosas son más fáciles pero la zona estaba necesitada de una ordenación de recursos, quizá por los muchos que posee. Gredos e Iruelas son paisaje, agua, aves y cielos y tienen la suerte de que la mano del hombre no ha hecho mella, siendo la plenitud de recursos algo más que tangible. Además el hecho de que la industria turística que ha nacido a su alrededor lo haya hecho de forma respetuosa y fructífera también ayudará a lograr los objetivos de un plan cuyos agentes implicados no dudan en ningún momento de que va a triunfar.
De ahí que esta iniciativa, que cuenta con una inversión de 2,3 millones de euros y que dio comienzo en 2011, se haya empeñado en poner todo el potencial en valor a través del fomento del turismo activo para lograr el progreso económico de la zona. Administraciones sí, pero iniciativa privada también y precisamente en este sentido los contactos de empresas y administración se intensifican para lograr un objetivo común que busca afianzar el que es el principal motor económico de Gredos e Iruelas, el turismo.
Un turismo muy presente, pero que necesita sobre todo dotarse de calidad y por ello todos trabajan al unísono, aprovechando que Madrid, el principal emisor de visitantes, está a un paso y que productos y diversidad hay más que suficiente con los que atraerlos. Pero claro, hay que dotarlo de una identidad propia y ponerlo en los canales adecuados –con especial énfasis en los canales on-line– para satisfacer a la demanda, permitiendo y fomentando que la gente elija este destino más días, disfrute más de la oferta y repita, convirtiéndose así en la alternativa perfecta al destino de sol y playa.
De dirigir el concierto se está encargando la Diputación Provincial de Ávila y todo para que el visitante quede satisfecho, porque se le habrá dado un servicio estructurado y profesional, además de variado y de calidad. Para ello por supuesto la formación de los profesionales del sector está jugando un papel muy importante y todos se aglutinarán bajo una única marca de calidad bajo el paraguas de una marca promocional que protege a los dos espacios, la marca ‘Gredos, Montañas de luz’. De forma paralela se está desarrollando la Carta Europea de Turismo Sostenible, que también se está financiando con fondos de este plan.
Para conocer un poco más de estos espacios que buscan al turista perfecto es conveniente saber que desde mediados de los años 90, Iruelas y Gredos cuentan con la protección que le da las figuras de reserva natural y parque regional respectivamente y no es para menos.Gredos, sus características geomorfológicas que le han otorgado el don de poseer un espectacular modelado glaciar le dan también la categoría de espacio singular. Sus 1.500 especies, muchas de ellas también ‘singulares’ hacen de este enclave un lugar único y más si se tiene en cuenta sus endemismos. Compuesto por casi una treintena de pueblos y casi 90.000 hectáreas protegidas hay mucho que ver en el parque regional de la sierra de Gredos, sin olvidarse por supuesto de su cabra montés o el águila imperial.
Buitre negro. No le va a la zaga la Reserva Natural del Valle de Iruelas, ahora bien, de menores dimensiones y sólo compuesta por cuatro municipios,El Barraco, El Tiemblo, Navaluenga y San Juan de la Nava y unas 9.000 hectáreas protegidas.La riqueza de fauna y flora es manifiesta y especial referencia merece el hecho de que alberga el área de nidificación de buitre negro más importante de Castilla yLeón; a él se suman más de doscientas especies de vertebrados, entre los que destaca el águila imperial y su flora con endemismos y formaciones notables, como tejos, acebos u olmos de montaña, además de castañares, alisedas o enebrales.