Lejos han quedado los fines de semana de verano en los que la única altenativa para los jóvenes eran las fiestas de los pueblos o visitar la discoteca de turno. Los grandes festivales han llegado para quedarse y diseminarse por toda la geografía nacional. Entre ellos, uno de los más consolidados es el Arenal Sound que, desde 2010, congrega en las playas de Burriana a decenas de miles de jóvenes amantes del indie, el pop, el hip hop y la música electrónica y a los que ya se les conoce como sounders.

Con todas las entradas vendidas ocho meses antes de su celebración, un récord nunca antes batido, esta cita infalible con la música arrancó el jueves con grupos consolidados  como La Casa Azul, La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) y la cantautora Rozalén.

En la noche del pasado viernes, estos post adolecentes armados con sus smartphones arroparon al fenómeno juvenil de la última edición de Operación Triunfo, Albert García, quien con más de media hora de retraso -algo poco habitual en el Arenal- y con algunos problemas técnicos arrancó su actuación con Insurrección, el famoso tema que Manolo García interpretó tantas veces en su grupo El último de la fila. El triunfito también deleitó a sus fans con algunas canciones propias, las cuales formarán parte de su primer albúm 1016 y otras ajenas como Please don’t Stop the Music, de Rihana, o Maldita dulzura, de Vetusta Morla.