Sobre la bocina. «Hasta entonces no habíamos tenido ningún contacto», pero la marcha por motivos personales de Jorge García activó el mecanismo.En apenas unas horas SergioRamos daba el sí al Real Ávila. Un buen proyecto, cerca de casa y «con opciones de ascender».El Real Ávila cumplía todas las premisas  para que el jugador salmantino fuera el dueño del ‘8’ encarnado. Ya lo porta en su camiseta –los aficionados abulenses podrán comprobarlo este mismo miércoles en el amistoso ante el Trival Valderas Alcorcón– y no tardará en demostrar el porqué sobre el césped.Porque Sergio Ramos llega para ser el «referente del equipo» en el centro del campo.Así lo presentaba Carlos González, director deportivo de un Real Ávila que, a dos semanas del inicio de la temporada, destila ambición e ilusión a partes iguales.      

A sus 29 años, y tras conseguir el ascenso a Segunda B con el Salmantino el año pasado, SergioRamos afronta un nuevo reto. «Quería un proyecto cerca de casa, ilusionante y fue sencillo llegar a un acuerdo» señala.Ha pesado en la decisión del jugador salmantino el proyecto que encabeza este año JonathanPrado. «Mi primera toma de contacto ha sido muy buena». No hay que olvidar que apenas aterrizó en el club del Adolfo Suárez disputó, aunque en el Salto del Caballo, sus primeros minutos con la elástica encarnada ante el Toledo.

Asegura que el proyecto que este año ha puesto en marcha el Real Ávila «es ilusionante. Tenía claro que allí donde fuese tenía que ser un proyecto ilusionante, con opciones de ascender, de hacer un año bonito». A que sea posible ayudará un jugador de importante presencia en el centro del campo, organizador, con buen desplazamiento de balón y llegada al área desde segunda línea, «aunque últimamente los goles no me hayan acompañado mucho», ironiza.    

Formado en la cantera de la extinta UD Salamanca, club por el que pasó por todas su categorías hasta el primer equipo, en el que estuvo tres temporadas, una en Segunda División y las otras dos en Segunda B, pasaría a formar parte del Arroyo CP –Segunda División B– para un año más tarde firmar en el CD Badajoz. Hace un par de temporadas cruzó el Atlántico para ser jugador del Atlético San Cristóbal de la Primera Dominicana.

La pasada campaña volvió a Salamanca, en esta ocasión para recalar en el CF Salmantino, con el que logró el ya conocido ascenso a Segunda División B.