Poco después de las cuatro de la tarde de ayer saltaron todas las alarmas de seguridad en la capital abulense. Un hombre de 41 años de edad, que responde a las iniciales J. C. S. P. y es al parecer natural de Bilbao, se atrincheraba en la vivienda en la que residía en la zona sur de la ciudad hacía escasos días y efectuaba una confusa pero inquietante llamada a la Guardia Civil en la que anunciaba que iba a «cometer una barbaridad». Inmediatamente se desplazaron hasta la calle Domingo Báñez, pequeña vía perpendicular a la calle Santa Fe y con escasas viviendas en la que se encontraba J.C.S.P., tres dotaciones de la Policía Nacional, varios vehículos sin distintivos y con policía de paisano y al menos cinco patrullas de Policía Local, que procedieron a cortar el tráfico tanto de peatones como de vehículos de la calle principal.
El hombre parecía perturbado, tal y como informaron en un primer momento a esta redacción algunos de los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desplazados hasta el lugar, y ante la sospecha de que pudiese estar armado el cordón policial que se había habilitado se estrechó. Poco antes de las cinco accedía a la calle Domingo Báñez el dueño de la vivienda que ocupaba el hombre atrincherado, el cual, protegido por un chaleco antibalas, intentó mediar y conseguir que aquel saliera voluntariamente; su intento fue infructuoso, por lo que dijo a los responsables policiales que «hagan ustedes lo que tengan que hacer porque se ha encerrado».
Sobre las 17 horas accedía al lugar de los hechos, con los rotativos encendidos pero sin hacer sonar la sirena para no alertar al vecino encerrado en su casa, una ambulancia de Soporte Vital Avanzado del Servicio de Emergencias Sanitarias 112 con cuatro sanitarios a los que también se protegió con un chaleco antibalas antes de que intentasen acceder al domicilio. Momentos de tensión y nerviosismo se respiraban durante ese tiempo de espera.
Un hombre se atrinchera en su vivienda de la calle Padre Domingo Báñez y amenaza con autolesionarse. - Foto: Antonio Bartolomé Poco después de las 17,20 horas un agente de Policía Nacional vestido de paisano fue en busca de un ariete metálico con el fin de echar abajo la puerta, solución que finalmente no fue necesaria ya que los los sanitarios consiguieron entrar en el domicilio, administraron un sedante al atrincherado y lo trasladaron en la UVI móvil hasta el Hospital de Sonsoles, donde fue puesto en en observación.
Al parecer, el hombre que provocó todo el operativo policial se encontraba desequilibrado emocional y psíquicamente como consecuencia de la reciente separación de su pareja «y por una cuestión de la custodia de su hijo», como indicaron fuentes de la Policía Nacional a esta redacción.
El suceso finalizó sobre las 17,30 horas, sin violencia pero con un considerable estado de alerta que se dilató durante, al menos, una hora y media.