Las semifinales de ascenso a la LEB Oro ya están en marcha. Cinco paradas, las dos primeras en Ávila, punto de partida de un tranvía llamado deseo. El deseo de seguir escribiendo capítulos a una temporada que para el Óbila Clubde Basket ya es histórica. Hay ocasiones en las que el éxito supera a los títulos, a los ascensos o a los triunfos que pudieron quedar por el camino. Las vitrinas se alimentan de trofeos, la ilusión lo hace del compromiso y el esfuerzo de una plantilla dispuesta a seguir rompiendo los límites de un club y una afición que nunca antes habían disfrutado de unas semifinales de playoffs.

El Carrefour El Bulevar quiere seguir haciendo historia esta temporada en la LEB Plata, una campaña donde nadie hubiera imaginado que el equipo verderón rompería su techo.Las piernas ya pesan, pero la mente y el corazón del vestuario verderón están por seguir escribiendo renglones en una temporada donde, por primera vez, el equipo abulense jugará unas semifinales de ascenso a la LEB Oro. Lo tuvo cerca en dos ocasiones –ante Amics Castelló y Guadalajara en la 2012-2013 y la 2013-2014 respectivamente– pero se quedó con la miel en los labios. Parecía una barrera infranqueable.Cinco playoffs y cinco veces despidiendo el curso en los cuartos de final. Sin embargo la maldición se rompió.El triunfo ante el Covirán Granada –con un 0-2 en el global de la eliminatoria– ha encendido una mecha y abierto la puerta de algo muy diferente. La ilusión y el optimismo son en ocasiones el mejor combustible. No es una cuestión de pensar en una final, lo cual sería un ejercicio de imprudencia innecesario, sino en poder disfrutar de unas semifinales, que no es poco.

Comienza este viernes a partir de las 21,00 horas en elCUMCarlos Sastre la serie al mejor de cinco partidos ante los malagueños del IFClínicas Rincón. Un duelo sorprendente. Nadie hubiera apostado a que abulenses y malagueños se verían las caras en este cruce. Si «Granada era uno de los favoritos», apuntaba Marzo, Clínicas Rincón fue capaz de levantar la eliminatoria ante Sammic, segundo de la liga regular y uno de los candidatos a seguir la estela del MarinPeixegalego. «Somos dos equipos que no partíamos como favoritos y sin embargo hemos pasado los dos», añade por su parte David Mangas. A partir de este punto, cualquier cosa puede pasar.

Lo que está claro es que el CUM Carlos Sastre tendrá mucho que decir ante un rival que fue ‘compañero de viaje’ en una de las noches más emocionantes del parqué abulense. Un triple de Miguel Young en el último momento ante el equipo malagueño (72-69) significaba en la primera vuelta el billete para la Copa. Ahora será distinto. Por protagonistas, por momento y por objetivos. Sin embargo el parqué abulense, nuevamente, tendrá mucho que decir. Al mejor de cinco encuentros, los dos primeros –viernes y domingo– se jugarán en casa. «Sabemos que el Clínicas Rincón es un gran equipo, pero queríamos recuperar el factor cancha». Ya lo tiene un vestuario que vuelve a sentirse como ‘en casa’ en un parqué donde la ansiedad de meses atrás parece olvidada. Se notó ante el Araberri y se constató ante el Granada. La simbiosis entre el equipo, la cancha y la afición vuelve a ser total.

Partido para «controlar las emociones». Está claro en el equipo verderón que siendo la primera vez que muchos de sus integrantes juegan este  tipo de eliminatorias deberán manejar las sensaciones. «Debemos hacerlo como ante el Granada, un partido complicado a 40 minutos». Como ante los nazaríes, «debemos llegar al final del partido con opciones ante un rival que nunca baja los brazos».

Una eliminatoria «al cincuenta por ciento» se ha dicho desde el club desde que se conocía el rival en la noche del martes. Que Rincón llegue con un partido más en sus piernas no debería ser decisivo. Al menos no se espera así en el cuadro abulense. «Los dos equipos llegamos físicamente mermados».  Por ello «la afición deberá jugar un papel importante, empujando cuando las piernas estén ya cargadas, dándonos ese impulso que necesitaremos para ganar el partido». Vuelven a sentirse cómodos los verderones en elCarlos Sastre, pero siempre siendo muy conscientes de que «son los jugadores los que deben meter las canastas».Con el «apoyo de la grada» será más sencillo. Un plus extra. «Ante el Granada la afición estuvo de diez, nos ayudó en los momentos difíciles». Este viernes no fallará.