El texto del dramaturgo abulense José María Rodríguez Méndez y el montaje realizado por  el director Enrique Belloch así muestra a Teresa de Ávila, como una auténtica mujer revolucionaria del siglo XVI, bajo la mirada de un siglo que abría una nueva época para este país. Así lo pretendió mostrar su autor en esta obra y creo que está bien conseguido en este montaje. Al menos es algo de lo que pudimos ver en la primera representación que se presentó anoche en Ávila. Si no han visto la obra hoy tendrán ocasión de verla, porque estge sábado se representa también en el Centro de Congresos y Exposiciones, Lienzo Norte, a partir de las 20,30 horas. La interpretación de la actriz valenciana Blanca Beneito, extraordinaria, y con una fuerza interpretativa, como debía de ser esta mujer abulense.

La obra se pone en escena con motivo del V Centenario de la fundadora de las carmelitas. Como su director ha defendido en ocasiones la obra no es una representación religiosa, pues se centra más en el lado humano de esta mujer. A través de las palabras de la interpretación de Blanca Beneito se aprecia como era esta religiosa:  una mujer fuerte y con carácter, que profesa un amor profundo a Dios.

La obra se presenta como un recorrido por la vida de Teresa de Ávila, contada por ella misma, en cinco momentos: desde la niña que imaginaba aventuras en tierra de moros a la adolescente rebelde que se convirtió en monja en contra de la voluntad de su padre, para dar paso a la mujer que descubrió la fuerza interior y luchó por la unión con Dios contra todo poder. Pero la obra lo que tal vez recoge de una manera más clara es a la  mujer que no se amedrenta en un mundo dominado por hombres;toda una heroína y un ejemplo para el mundo en que vivimos.