Portugal decidió continuar con la austeridad del primer ministro, Pedro Passos Coelho, en las elecciones del pasado domingo, en las que el conservador resultó vencedor en las urnas, si bien no pudo revalidar la mayoría suficiente para no tener que depender de pactos. No obstante, el premier mostró ayer su disposición a continuar al frente del Ejecutivo, aunque sea en minoría, apuntando que «sería extraño» que la fuerza política con más diputados no lograra gobernar.
El mandatario adelantó que comunicará al presidente del país, Aníbal Cavaco Silva, su disponibilidad para formar un Gabinete sólido, ya que, como agregó, tiene la intención de alcanzar «acuerdos esenciales» con el Partido Socialista (PS), la segunda fuerza más votada.
«En estos primeros días haremos, como nos compete, un paso indispensable para comunicar que la fuerza política más votada en las elecciones está disponible para formar Gobierno», subrayó. Eso sí, reconoció que la situación a la que se enfrenta su coalición es distinta a la de hace cuatro años debido a la pérdida de la mayoría absoluta, reiterando que «tomaré la iniciativa para contactar con los socialistas», con los que, apuntó, intentará «alcanzar un entendimiento en torno a las reformas estructurales, con la esperanza de que, siendo un partido europeísta, estará disponible para posibilitar los ajustes importantes».
Los conservadores se impusieron en las urnas con un 36,83 por ciento de los votos, seguidos por los progresistas (32,8), el Bloque de Izquierda (10,22) y la Coalición Democrática Unitaria (CDU) ecocomunista, que logró un 8,27 por ciento de los respaldos.
Precisamente, estas dos últimas fuerzas tendieron la mano al Partido Socialista para impedir la formación de un Gobierno a Passos, con el fin de evitar «dar cobertura a una tentativa de política de derecha».
Cavaco Silva debe encargar la constitución del Ejecutivo y se espera que el primer citado sea el candidato más votado, que intentará convencer al presidente de que podrá gobernar sin una mayoría en el Parlamento y con acuerdos puntuales.
La incertidumbre se mantiene, ya que faltan por asignar cuatro diputados, que se darán a conocer esta semana. De momento, la coalición conservadora cuenta con 104 escaños de los 230 del Hemiciclo, los mismos que sumaría una hipotética unión entre socialistas (85) y los marxistas del Bloque (19). Un posible tripartito con los comunistas (17) daría la mayoría absoluta a un bloque progresista que, sin embargo, no parece que vaya a configurarse, ya que el aspirante del PS, António Costa, pareció cerrar la puerta a esta alianza al asegurar que no alimentará «mayorías negativas».
Portugal es el primer país rescatado de la UE que da la victoria en las urnas a los partidos que han aplicado los programas de ajuste. En Irlanda o Grecia, las formaciones en las mismas circunstancias sufrieron severas derrotas en los comicios.