Lección de historia a través de la 'segunda piel'

David Casillas
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La exposición 'La moda de Isabel I y su tiempo', abierta en Los Serrano hasta el 30 de octubre, ha recibido ya casi 3.000 visitas

Superado el ecuador del tiempo de su estancia en Ávila, ya que se inauguró el 2 se septiembre y permanecerá abierta hasta el 30 de octubre, la exposición ‘La moda de Isabel I y su tiempo’, que ofrece en el Palacio los Serrano de la Fundación Caja de Ávila una interesante y original lección de Historia de la época de la reina abulense a través de los vestidos que usaron ella y sus contemporáneos, bien puede presumir de haber conseguido una más que notable aceptación del público puesto que ha contabilizado cerca de 3.000 visitas, a pesar de ser la primera de pago de cuantas se celebran en ese espacio cultural: 2,5 euros la entrada..

El secreto de ese éxito, explicaba ayer Manuel Santos, productor de RTVE y comisario de la muestra, está en que «la gente sabe que una exposición es buena cuando se paga por verla, y éste es el caso, ya que ofrecemos mucha calidad porque todo lo que mostramos ha sido recreado con exquisita fidelidad a los originales tras realizar un minucioso trabajo de documentación».

La exposición, que reúne no todos los trajes de época utilizados en la exitosa serie televisiva Isabel –puesto que son cientos– pero sí «los más representativos de aquella época histórica», traslada al visitante medio milenio hacia el pasado para descubrir o redescubrir a «una mujer excepcional que tuvo más poder del que había tenido hasta entonces mujer ninguna y cuyo único defecto es haber sido española, porque si hubiese sido inglesa, por ejemplo, estaría lo magníficamente valorada que se merece».

Ese viaje en el tiempo, en el que la vista de los suntuosos ropajes se acompaña de la audición de música de la época que ayuda a situarse en aquel momento histórico, gira en torno «a la evolución de la moda en el siglo XV de la mano de la reina Isabel, que en parte es también la evolución del pensamiento de aquel final de siglo, ya que el objetivo de la reina abulense fue traer a España el pensamiento italiano y renacentista, el de Erasmo y Leonardo», y a eso ayudó «la revolución que provocó en esa segunda piel que es el vestido, ya que se pasó del lino y el paño de Castilla a las sedas y los algodones».

El recorrido por la exposición, que no se queda en los trajes de la época sino que ahonda mucho más en la base de aquel momento histórico, se hace a través de «seis hilos argumentales» que ocupan cada una de las seis salas que distribuyen el variado contenido: ‘Corte de Castilla’, ‘Sala del trono’, ‘Sala de la reina Isabel I’, ‘Corte nazarí’, ‘Corte de Enrique IV’ y ‘Armas e inventos’.

Cada uno de esos espacios resume para el espectador la riqueza material y también espiritual de unos momentos de esplendor que supieron trascender a su época, en algunos casos de forma imperecedera como es el ejemplo de la reproducción facsímil (una de las veinte que hay en todo el mundo) del testamento de la reina de Madrigal de las Altas Torres, en el que «deja claro que los indios no son esclavos ni vasallos sino súbditos, y les iguala en derechos al resto de españoles, con lo cual se adelanta 500 años a la declaración de los Derechos Humanos».

Otras piezas de especial significación, que no por reproducciones pierden su capacidad de atracción y de recrear un mundo lejano, son los tres atributos que ostentó la reina tras su coronación en Segovia (la corona, el cetro que simbolizaba su poder de gobernar y la espada que significaba su capacidad de impartir justicia y dirigir ejércitos), su traje de novia (realizado con un fantástico brocado en seda), el traje que eligió para su coronación (confeccionado en seda salvaje) o las tres espadas de los tres grandes militares del momento: Fernando el Católico, el Gran Capitán y Boabdil.

La exposición, cuya entrada tiene un precio de 2,5 euros, podrá visitarse en el Palacio los Serrano hasta el día 30 de octubre, con el siguiente horario: de lunes a viernes, de 11,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas; los sábados, de 11,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,30, y los domingos, de 11,00 a 14,00 horas.