Con el respaldo del vestuario

A.S.G.
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La plantilla del Real Ávila confía en la figura de Borja Jiménez, entrenador encarnado, para reconducir la situación del equipo • Desde el club se manda un mensaje de «calma» en un momento especialmente delicado

«Es el momento de tener calma». Es el mensaje que se quiere lanzar desde el Real Ávila en un momento delicado de la temporada donde las últimas dos derrotas –La Granja y La Virgen del Camino– han conducido al equipo a un punto de la zona de descenso, posiciones que se quieren evitar a toda costa en el seno del club encarnado conscientes de que salir de las mismas podría ser especialmente complicado dadas las características que este año tiene la plantilla encarnada, donde la falta de experiencia en este tipo de situaciones –incluso en el grupo VIII de Tercera– podría ser un arma de doble filo.  

Es por ello que desde el equipo se quiere transmitir «calma» ante una semana más de trabajo que se cerrará con una salida que puede ser clave, al menos a corto plazo, dado el rival que aguarda. Porque visitará el equipo al Villaralbo, colista, un equipo que trata de salir de la zona baja –en sus últimos cuatro jornadas ha sumado los cuatro puntos que suma en su casillero– y al que hace poco más de tres semanas se le miraba como el ‘culmen’ de un ciclo que debía suponer los 12 puntos que se había marcado el equipo encarnado en estas fechas. Sin embargo entre la victoria ante el Almazán, que motivó este objetivo, y la próxima visita al Villaralbo han quedado por el camino dos derrotas que no sólo han trastocado los planes deportivos –se buscaban estos puntos para acercarse a la zona alta– sino que han llevado a cuestionar a Borja Jiménez al frente del nuevo proyecto encarnado. Al menos por una parte de la afición, porque en el seno del club el técnico encarnado cuenta, de momento, con el respaldo de los dirigentes del equipo.

Por lo pronto –directiva y entrenador conversaban tras el encuentro ante los leoneses– el entrenador no sólo goza de la confianza de la dirección sino también de un vestuario que parece mostrar su pleno respaldo a un técnico que ya el año pasado supo lidiar con no menos críticas, impagos y concurso de acreedores para llevar a la plantilla a los playoffs. Ahora el objetivo es bien distinto, y pasa por levantar la situación, reconducir la ansiedad del vestuario y templar nervios. No será sencillo, pero por lo pronto cuenta con el apoyo de sus jugadores, que pese a la derrota ante La Virgen del Camino supieron reaccionar ante la petición de cambio de actitud que reclamó de ellos su técnico tras la derrota ante La Granja.