José Luis Serna, artista grande y polifacético que lleva más de tres décadas ayudando a los lectores de Diario de Ávila a interpretar la realidad con ironía, humor, inteligencia, la justa medida de absurdo y mucha humanidad, invita desde a los abulenses a descubrirle en una faceta creativa poco conocida, la de la fotografía, pero en la que también explora esos grandes valores que hacen de cualquier creación un valor compartible y no perecedero.
Esa invitación toma la forma de una exposición, asentada en el Auditorio Municipal de San Francisco, para la que Serna ha seleccionado 49 fotografías en las que la imagen, siempre de gran fuerza expresiva, está trufada de poesía, de belleza y de un profundo significado que va más allá de la primera impresión que pueda provocar la instantánea... y ahí está su riqueza. El propio artista explicaba ayer que esta muestra está formada por fotografías «que hablan de la ternura, de la naturaleza, del trato que existe entre el hombre y la naturaleza, del hombre...», todo ello a través de unos motivos en los que destacan las manos y el cuerpo humano, los paisajes, las flores y, especialmente, unos animales que desprenden una ternura enorme, a todo lo cual suma un Cristo muy particular, una figura que «me llama especialmente la atención, independientemente de la creencia de cada cual, y que es el que rompe un poco la unidad temática».
A los pies de cada una de esas fotografías, algunas de ellas recreadas en el ‘laboratorio’ del photoshop pero siempre con la máxima honestidad, una frase –bien podría decirse que una atinada reflexión– fusiona la imagen con la literatura consiguiendo que ésta enriquezca el ya de por sí valioso mensaje de la instantánea.
El color y el blanco y negro se alternan en la selección fotográfica, consiguiendo una curiosa coherencia, estilos que Serna elige, explicó, optando por la infinita gama de grises cuando está convencido de que «el color sobra cuando no es capaz de aportar nada».
Sonsoles Sánchez-Reyes, teniente de alcalde de Cultura, acompañó a Serna en la inauguración y recomendó a todos los abulenses que acudan a visitarla porque aporta «belleza y una coherencia interna que es motivo de alegría».
La muestra puede visitarse en San Francisco hasta el día 16 de octubre, con el siguiente horario: de martes a viernes, de 19,00 a 21,00 horas; sábados, de 12,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00, y domingos, de 12,00 a 14,00 horas.