Los hosteleros nocturnos piden a las autoridades que «corten el botellón»

Eduardo Cantalapiedra
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Este colectivo denuncia la situación vivida durante las fiestas de San Antonio, en las que «cientos de menores consumieron alcohol de manera pública, ante la pasividad de las autoridades»

La Asociación de Hosteleros Nocturnos Abulenses (AHONA) ha expresado su malestar por el rumbo que ha tomado el ocio nocturno en Ávila, sobre todo entre los más jóvenes, y ha puesto como ejemplo la situación vivida en los últimos días, con motivo de las fiestas de San Antonio, en las que «cientos de menores han practicado el consumo de alcohol de manera pública y evidente ante la pasividad de las autoridades».

«Cualquiera que se haya acercado a los alrededores de la iglesia de San Antonio, donde se han desarrollado las verbenas, ha podido ver y escuchar a la gente concentrada en el parque, mucha de ella menor de edad, y todos ellos practicando el botellón, mientras los vehículos de la Policía Local se paseaban por las cercanías haciendo la vista gorda ante lo que allí ocurría», han denunciado desde esta asociación, que condena el consumo de alcohol por parte de menores, sin obviar «los perjuicios que dicha práctica ocasiona a una de las zonas verdes más emblemáticas de la ciudad, que al finalizar la verbena se hallaba cubierta de vasos, botellas, bolsas de plástico y otros desperdicios».

AHONA recuerda el «daño» que el botellón ocasiona a la hostelería nocturna, pero considera «más grave si cabe» que dicha práctica «se extienda entre las capas más jóvenes de la población» y se pregunta si la Fiscalía de Menores tendría algo que decir ante «la falta de atención de las autoridades». Además, esta asociación considera que lo vivido el pasado fin de semana «es sólo una muestra de lo que ocurre cada fin de semana en espacios públicos de la ciudad como parques y jardines».

Por todo ello, desde la Asociación de Hosteleros Nocturnos Abulenses hacen un llamamiento a las autoridades municipales para que «tomen cartas en el asunto y corten de raíz esta situación», siendo además conscientes de que «el botellón también acentúa la crisis económica para las trescientas familias que viven de la hostelería nocturna en Ávila».