Un fichaje en un tiempo récord el conseguido por el Barcelona, además de ser uno de los secretos mejores guardados de la entidad culé. En apenas 48 horas, el club azulgrana cerró un acuerdo con el Girondins de Burdeos y con el extremo Malcom Filipe Silva de Oliveira, que ya habían pactado con la Roma en la víspera, y ayer, el brasileño superó las obligadas pruebas médicas en la Ciudad Joan Gamper para volar hacia Portland y unirse al resto de sus compañeros y el técnico, Ernesto Valverde, de gira de pretemporada por Estados Unidos. 

El carioca firmó un contrato para las próximas cinco campañas por 41 millones de euros más otro millón en variables. Igual que las otras dos incorporaciones de Arthur Melo y Clément Lenglet, Malcom tendrá la oportunidad de debutar como blaugrana durante la estancia de la escuadra por América, en la que disputará tres amistosos frente al Tottenham Hotspur (Los Ángeles, 28 julio), la Roma (Dallas, 31 agosto) y el Milan (Santa Clara, 4 agosto).

«Tengo una sensación única, de mucha alegría. Estoy realizando un sueño pudiendo venir a este club, el mejor del mundo», afirmó el atacante antes de emprender su viaje. El jugador de 21 años se hizo la tradicional foto con el escudo delante de la puerta de las oficinas, en el recinto del Camp Nou. El brasileño inició su camino en el mundo del fútbol con solo 10 años en la cantera del Corinthians, hasta debutar con el primer equipo en 2014 y ganar el ‘Brasileirao’ a las órdenes de Tite, actual seleccionador de la ‘verdeamarelha’. Ya en el Girondins, equipo en el que ha militado las tres últimas campañas, disputó 96 partidos con 23 goles y 13 asistencias.