«Suárez supo que la democracia tenía que ir con la integración europea»

diariodeavila.es
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Marcelino Oreja, que fue ministro de Asuntos Exteriores de 1976 a 1980, destacó la confianza que recibió del entonces presidente, de quien destacó su visión y lealtad

Con palabras como sencillez, equilibrio, serenidad y, sobre todo, capacidad de visión, definió Marcelino Oreja, quien fue ministro de Asuntos Exteriores entre los años 1976 y 1980, a Adolfo Suárez. Lo hizo además en un lugar muy especial, el museo cebrereño de Adolfo Suárez y la Transición (MAST) donde acudió para pronunciar la conferencia ‘La política exterior de los gobiernos de Adolfo Suárez’.

Antes de comenzar su intervención explicó ante los medios de comunicación que en el campo de la política exterior su proyecto era «fundamentalmente el de Europa», ya que sabía que «tenía que haber paralelismo entre el proceso democrático y el de integración en Europa». Es por ello que encargó a su ministro de Exteriores que hiciera los contactos necesarios para lograr, como sucedió finalmente, entrar en Europa. Por lo demás, explicó que recibió «una gran confianza» en su trabajo, donde tuvo «libertad», a lo que respondió con información puntual sobre sus pasos.

Su apuesta por Europa fue «un gran acierto», aseguró el I Marqués de Oreja, que quiso dejar clara su «admiración y reconocimiento a la labor de Suárez». De él alabó que fuera un «personaje único» pero también «su serenidad, equilibrio y determinación». «Sabía lo que tenía que hacer», aseguró, y lo hizo con «sencillez y lealtad al Rey y a España y convencido de que él podía hacerlo».

También destacó la visión que demostró en su labor y recordó su primer encuentro donde dejó claro «que íbamos a la instalación de un sistema democrático sin limitación alguna».

Lo hizo además con «cercanía y cordialidad» y pasando por ejemplo de tener sus reservas con Carrillo a reunirse y «ganarse mutuamente».

 

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