El 11 de noviembre del pasado año David Terleira era el gran protagonista del derbi provincial  que se disputaba en El Mancho Ángel Sastre entre la Cultural Cebrereña y el Real Ávila y que terminaba con un resultado de 3-2 para los locales, con los tres tantos anotados por Terleira. Después de ese partido el goleador cebrereño tenía que ser hospitalizado y después de dos días ingresado recibía el alta. Se le detectaba unos valores anormalmente altos de la enzima CPK, la que se vierte desde los músculos al torrente sanguíneo tras un esfuerzo físico intenso, por lo que los médicos le prohibieron realizar cualquier tipo de ejercicio físico, a la espera de encontrar el origen que provoca ese problema que puede llegar incluso a originar un  infarto muscular o un ictus.

El jugador se ha sometido a varios análisis y ahora está a la espera de los resultados de los mismos para que se le determinen qué pruebas se  le pueden realizar con el fin de encontrar una solución a esta dolencia. Hasta que eso no suceda, Terleira tendrá que seguir apartado de los campos de juego. 

«Me encuentro bien» asegura el jugador, «lo único es que me dan unos parámetros altos en los análisis, algo que ya me pasó después del partido contra el Ávila, y ahora otra vez me han vuelto a subir a unos niveles que me aconsejan no hacer deporte porque puedo tener más complicaciones».

Según le han comunicado los doctores, el origen de este problema «puede ser de hacer esfuerzo físico, de entrenar y de jugar, pero hasta que no tenga los resultados de todos los análisis (el último se lo hizo el pasado miércoles) y no tenga resultados, no se decidirán qué pruebas se harán». 

«Ahora me bajan, puedo empezar a jugar, pero si me vuelve a pasar otra vez puedo tener riesgo de infarto muscular  o que me diera un ictus», confiesa Terleira, por lo que «hay que esperar a esos análisis  y luego a las pruebas. No puedo hacer nada de deporte y ahora estoy parado».

Lógicamente el jugador está «preocupado» porque «después de estar jugando al fútbol toda la vida ahora que después de un partido te ocurra eso la verdad es que te preocupa. Aún no sé cuándo tendrá que hacer esas prueba. La semana que viene tendré resultados de los análisis y luego ya me dirán qué pruebas me harán y cuándo».

Pese a esta situación, Terleira no pierde el optimismo y su objetivo es «volver a jugar cuanto antes. Soy bastante joven para tener que colgar las botas. No es mi intención y espero que se solucione todo lo antes posible para poder ayudar a mis compañeros».