Vale la pena esperar la larga cola que se formó frente a la basílica de San Vicente cuando de lo que se trata es de buscar la protección para su querida mascota. Así al menos lo pensaron las cientos de personas que, muy bien acompañadas por sus animales, desafiaron al frío reinante y no faltaron a la cita con la bendición de San Antón, la celebración de una festividad muy popular en Ávila y que de nuevo este domingo llegó de la mano de la Asociación Abulense de Amigos del Caballo, con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad y de varias empresas. Cerca de un centenar de jinetes de todas las las edades subidos a lomos de sus caballos, acompañados de varios carros de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, un poni y varios burros, se llevaron todas las miradas de los numerosos curiosos que se acercaron a ver el espectáculo, al ser además los primeros en recibir la ansiada bendición del vicepárroco de San Vicente, ante la figura del santo, tras completar su habitual recorrido por las calles de la ciudad. La entrega del bollo preñao no faltó en una tradición que quedaría inmortalizada por numerosas cámaras, y que de nuevo estuvo amenizada por la música de la dulzaina, en este caso al ritmo de Rebolada.