Cristiano Ronaldo sigue empeñado en hacer valer en el Mundial su ley, la de la eficacia y la pegada. Si ante España salvó un empate agónico con un triplete, frente a Marruecos le dio ayer a Portugal una victoria sufrida, pero imprescindible que, además, significó la eliminación de su rival, que se enfrentará a la Roja en la tercera y última jornada de la fase inicial sin nada en juego.

El futbolista del Real Madrid es el líder indiscutible de los lusos el capitán, el referente, el factor diferencial, como reconocen todos sus compañeros. A su técnico, Fernando Santos, no le gusta que se focalice tanto en el delantero de Funchal, pero no puede negar que su equipo le necesita más que ninguna otra selección a su estrella. Y ante el cuadro alauita quedó demostrado de nuevo.

A los cuatro minutos, ‘CR7’ ya había puesto en ventaja a los suyos al rematar, ante la ineficacia del central luso-marroquí Manuel da Costa, un centro desde la derecha de Joao Moutinho. 

Marruecos no se arredró. Asumió el golpe con entereza y pasó a mandar. A Portugal no le molestaba en exceso conceder la iniciativa a su rival, que tuvo ocasiones de todos los colores, con Rui Patricio convertido en el héroe luso y también en su único argumento, una vez que el balón ya no le llegaba a Cristiano.