Devoción en el Amblés

M.M.G.
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El tradicional baile de la bandera de la Ofrenda Grande de Sonsoles, protagonizado este domingo por Valerico Jorge, se vio algo deslucido al no poder salir la Virgen de la ermita por el mal tiempo • Cientos de personas llenaron el santuario

Baile de la bandera en Sonsoles. - Foto: Vanessa Garrido

 HACÍA frío y llovía, pero nadie se quiso perder este domingo la tradicional Ofrenda Grande a la Virgen de Sonsoles, la que más gente mueve en la provincia.

Ayer, cientos de abulenses se desplazaron hasta el santuario de Sonsoles (ya fuera a pie, a caballo o en coche, como hizo la inmensa mayoría) para vivir en persona el tradicional baile de la bandera, que este año protagonizó un emocionado vecino de Salobralejo, anejo de Muñogalindo.

Se trataba de Valerico Jorge, un hombre al que la devoción por la Virgen le llegó de la mano de su mujer, Margarita, y que ayer dio lo mejor de sí para bailarle a la Virgen con la gran banderola granate, blanca y morada de la Cofradía del Valle Amblés.

La pena fue que, debido al mal tiempo, los cofrades no quisieron sacar del templo la imagen de la Virgen, que no por ello se perdió su día grande. Bien a resguardo, asomada a las puertas de la ermita y acompañada por un repique de campanas, Nuestra Señora de Sonsoles presenció solemne el baile de Valerico, al que arropaba en ese importante momento toda su familia.

Después de tres meses de ensayos, Valerico respiró aliviado con los aplausos de los fieles congregados para contemplarle en la pequeña placita del santuario. Encaramados al crucero, a los bancos de piedra o a pie de calle, los abulenses contemplaron los lances de la bandera de Valerico, 25 años como cofrade y con todas las emociones a flor de piel.

«Estoy muy emocionado», confesaba a Diario de Ávila una vez concluido el baile y explicaba que, quizá, los pases más difíciles fueron los que implicaban pasar la bandera por debajo de las piernas.

Pero lo hizo muy bien y el público supo premiar su esfuerzo y su devoción, ejemplo de la que se vive en cada una de las casas de los 14 pueblos que se unen en esta Ofrenda Grande: El Fresno, La Aldea del Rey Niño, Gemuño, Cabañas, Niharra, La Serrada, Muñopepe, Padiernos, Muñogalindo, Santa María del Arroyo, Duruelo, Martiherrero, Tornadizos de Ávila y Narrillos de San Leonardo.

El próximo domingo, la serie de ofrendas a la Virgen de Sonsoles se cerrará con la de La Colilla.