275 personas registraron su testamento vital desde su apertura en 2008

Marta Martín Gil
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Las voluntades anticipadas o instrucciones previas recogen los deseos de la persona sobre cómo quiere ser tratada por los médicos cuando se encuentre incapacitada

Dejar plasmado en un documento oficial cómo se desea ser tratado al final de la vida, cuando la enfermedad hace imposible poder trasladar estos deseos en primera persona al equipo médico. Éste es, a grandes rasgos, el objetivo del documento conocido como instrucciones previas -también denominadas voluntades anticipadas o testamento vital-, que nació en Castilla y León en el año 2008.
Desde entonces han sido 275 personas las que han redactado uno de ellos en Ávila, hombres y mujeres mayores de edad que han  dejado plasmados por escrito los cuidados y tratamientos de salud que desea recibir para que sean tenidos en cuenta por el médico o por el equipo sanitario responsable de su asistencia en aquellos momentos en los que se encuentre incapacitado para expresarlos personalmente. Asimismo, en dicho documento pudieron expresar su voluntad sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos una vez llegado su fallecimiento.
Analizando las estadísticas anuales llama la atención en primer lugar el hecho de que en 2008, primer año de vida del registro, ningún abulense dio el paso de formalizar uno de estos testamentos vitales, mientras que en 2014, el año que más gente lo hizo, se alcanzaron los 72.
El resto de años se completa con los 22 redactados en 2009; 29 en 2010; 34 en 2011; 31 en 2012; 45 en 2013; 28 en 2015; y los 16 que ya habían sido formalizados a fecha 31 de marzo.
 
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