Las palabras del sacerdote José Manuel Sánchez Caro se encargó de abrir los pregones de la Semana Santa, en este caso con su intervención en Madrid, con un discurso en el que habló de las actividades y tradiciones típicas de la capital abulense en este tiempo que le sigue a la Cuaresma.
El teólogo alabó las características que hacen de la ciudad amurallada un emplazamiento inmejorable para los festejos, pues «no hay mejor cualidad en Ávila para considerarla una gran sede de la Semana Santa, que la propia ciudad en sí, a la que algunos, como el poeta Carlos Aganzo, han llamado ‘La Jerusalén de Castilla’».
Según Sánchez Caro, las similitudes de la capital abulense con la Ciudad Santa no acaban en sus muros ni en su posición geográfica elevada, sino que también atienden al «respeto por las tradiciones originales que se recogieron en los Testamentos y que sobreviven hasta hoy, abordándolas eso sí con cierta modernidad».
Aunque Ávila siempre ha sido una ciudad con reclamo turístico, la Semana Santa ha logrado en los últimos años atraer incluso a más visitantes, lo que casi podría considerarse como una peregrinación.
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