"Te enamoras de alguien cuando te mira y existes"

SPC
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El director de 'La forma del agua', Guillermo del Toro, da un recital sobre cómo mezclar ciencia ficción, comedia, drama, acción y musical con una película que triunfó en la última gala de los Oscar y ya está en el mercado doméstico

Guillermo del Toro ha dedicado su vida a los cuentos de hadas y las criaturas fantásticas. Desde su niñez en Guadalajara, México, contar historias sobre monstruos está en su ADN. Su fascinación por lo macabro ha marcado a todas sus criaturas desde su debut como director con Cronos en 1993.

 

El maestro de la narración esta vez nos trae La forma del agua, un sobrenatural cuento fantástico que transcurre en Norteamérica alrededor del año 1962, con el trasfondo de la Guerra Fría. En el laboratorio donde trabaja, oculto en unas instalaciones de alta seguridad del gobierno, la solitaria Elisa (Sally Hawkins) se encuentra atrapada en una vida llena de silencio y aislamiento. La vida de Elisa cambia por completo cuando, junto con su compañera Zelda (Octavia Spencer), descubre un experimento clasificado como secreto. Completando el reparto se hallan los actores Michael Shannon, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg y Doug Jones.

 

Este filme ha ganado cuatro premios de la Academia (incluyendo Mejor Película y Mejor Director) y dos Globos de Oro (Mejor Director y Mejor Banda Sonora Original) y ya está disponible en alquiler y venta en formato digital, 4K Ultra HD Blu-ray, Steelbook, Blu-ray y DVD.

 

 

¿De dónde vino la idea?

 

En los 90 propuse la idea de hacer un romance de un hombre anfibio, pero como una película de ciencia ficción. Trataba de unos exploradores que iban al Amazonas. No le gustó a nadie y nadie quiso hacerla. Pero esa idea se me quedó clavada en la mente, porque uno de los principales temas de los cuentos de hadas es la historia de un pez que concede tres deseos, y un pescador o la mujer de un pescador que libera al pez. Quería hacer una película sobre una criatura que cambia la vida de quien sea que la rescata de una forma mágica.

 

Coescribí una novela llamada Trollhunters y, mientras preparaba Pacific Rim en Toronto, mi coescritor Daniel Krauss me comentó: "¿Sabes? Tengo esta idea sobre que el Gobierno mantiene en secreto una criatura anfibia, y una limpiadora se hace su amiga ". Le dije: "Te compro la idea. No digas más. No escribas nada. Ponlo en tres líneas y dime cuál es el precio”. Lo explicó en tres líneas. Lo compré y le garanticé que la coescribiría.

 

Eso fue hace cuatro o cinco años. Simplemente pensé que sería una historia de amor. Empecé a escribirla y se me ocurrió que podría suceder en 1962, que supone el final del sueño americano ideal. Vietnam estaba en su apogeo, Kennedy iba a morir, todos pensaban que el futuro iba a ser increíble. Es el momento en el que creo que empezaron a cambiar las cosas y pensé que sería un momento excelente para que existiese algo arcaico, primitivo y espiritualmente poderoso como la criatura. También es un momento en el que tipos como Strickland están siendo brutales. Creo que eso conecta con nuestros días.

 

Es una película de monstruos, pero el monstruo no es quien te imaginas.

 

Por supuesto. La idea era contar la historia de la criatura de otra forma. Una forma clásica es el monstruo llevándose a la chica, que normalmente indica fatalidad. En esta película, cuando la lleva hacia el final, es muy bello. La idea era coger todas esas ideas convencionales y darles una vuelta. Normalmente, el personaje de Michael Shannon sería el héroe. Un tipo apuesto en un traje estupendo que trabaja para el Gobierno.

 

¿Cómo ve el personaje de Elisa?

 

Para mí, Elisa ha nacido en un lugar al que no pertenece, y la esencia de la historia de amor y el cuento de hadas para mí está en que los héroes y las heroínas emprendan dos viajes: uno para encontrarse a sí mismos, para encontrar su lugar en el mundo, o para encontrar su lugar en un mundo alternativo en el que puedan vivir. En esas tres búsquedas puedes encajar prácticamente todos los cuentos de hadas que se han escrito. Elisa emprende los tres caminos. Es una marginada, y es literalmente invisible, limpia los baños y recoge la basura, nadie la ve. Se hace muy fuerte y actúa contra una figura increíblemente poderosa. Es muy valiente, se hace muy valiente. Y también encuentra un lugar al que pertenece y a una persona que le dice quién es mediante un sentimiento de pertenencia. Es muy bella.

 

Aunque su personaje que nunca hable (es muda), tiene el mejor discurso de la película.

 

Escribo sobre el amor de la forma en la que lo entiendo. Pienso que el momento en el que te enamoras de alguien no es cuando le miras y te gusta. Es el momento en el que te miran y existes. Ha sido invisible durante toda su vida y de repente descubre alguien que la mira y es feliz. Él la ve y no espera nada. Simplemente es feliz cuando la ve. A mucha gente le pasa esto con sus perros y gatos. Pero al final, lo que ella experimenta es mucho más profundo debido a este reconocimiento. Gran parte del viaje en un cuento de hadas trata de reconocer tu esencia. Lo que ves en los ojos del otro eres tú.

 

Me gustó mucho escribir ese discurso porque eso es lo que dice. La esencia de un héroe es alguien que dice: “Mira, no puedo dejar que esto pase”. No se trata de no tener miedo, se trata de pensar “no puedo dejar que esto pase, incluso si me cuesta la vida”. Hay un niño en mitad de la carretera, y hay tráfico, y voy a morir cogiéndole, pero voy a rescatar a ese niño.

 

¿Cómo fueron las escenas con Sally y Doug?

 

En la séptima toma ya me costaba ver. Tenía las gafas completamente empañadas. Esta es una de esas películas en la que, al terminar, estaba llorando como un niño. Me emociono mucho. Me pasó lo mismo con El laberinto del fauno y El espinazo del diablo, Crimsom Peak, para mí, también fue muy emotiva, porque todo lo que hago últimamente son cuentos de hadas.

 

¿Qué supuso el diseño de la criatura?

 

Necesité tres años para diseñar y crear a la criatura. Gran parte lo financié yo mismo. Me gasté doscientos mil dólares en crear la criatura, y salieron de mi bolsillo. Hubo al menos un año de diseño antes de que la criatura tuviera un molde de arcilla. Y, entonces, la esculpimos en arcilla a la antigua. Teníamos a tres escultores trabajando a tiempo completo. Entonces la repintamos completamente de cero un par de veces más. Pienso que hay momentos en la película en los que dejas de ver a la criatura y ves al personaje.

 

Ha mencionado la relevancia de la historia en nuestros días. ¿Qué peso tuvo la actualidad mientras escribía?

 

He pensado en ello. Está diseñado para ser así. Los cuentos de hadas surgen en tiempos increíblemente duros. Los cuentos de hadas surgen de las hambrunas, la guerra y la enfermedad. No estaban hechos para los jóvenes en un primer momento. Eran la transmisión oral del conocimiento. Hablaban de la corrupción de la realeza o la reafirmación de su poder. Todas las narrativas en los cuentos de hadas se dividen en dos categorías simples. Una reafirma el statu quo y otra lo subvierte. Es igual en la ciencia ficción y el terror. Si estuvieras haciendo esta película como una obra de género, el bueno sería Strickland. Un líder, bien vestido, bien parecido, apuesto y capaz. Tendría que contener a una criatura que anda suelta por los pasillos de unas instalaciones de un complejo, o lo que sea. Ese es el camino normal, ¿sabes? Si amas a los monstruos, quieres contar la otra historia. He hecho Hellboy, he hecho Pacific Rim, y siempre he construido instalaciones de cemento que lucen estupendas, pero siempre cuento la historia desde el punto de vista de los agentes. Quería contar la historia desde el punto de vista del personal de limpieza que se encarga de limpiar el pis de los agentes.

 

Hay mucho humor en la película.

 

Sí que lo hay. Hay humor incluso en el diseño. El tono de la película está en los actores, en los diálogos y todo lo demás. Es así, pero también hay tono en el diseño, y en el color y en la cinematografía. Si te aproximaras a esta película con la tonalidad de Crimsom Peak, el humor se evaporaría. Si te aproximaras con el diseño súper estilizado de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, el humor se evaporaría. Si te aproximas con un cierto realismo con toques extravagantes, entonces el humor está ahí.

 

Has dicho que has escrito este guion para los actores. Hablemos de Michael Shannon. ¿Cuándo supo que era el actor que encarnaría a Strickland?

 

Escribí La bella y la bestia para Warner Bros. pensando en Michael. Pensé que podía ser Strickland, pero no le contacté hasta que empezamos el casting. Fue el primer actor que contacté. Me reuní con él, pero me dijo, “estoy acabando una película y voy a hacer teatro. No lo voy a leer en el próximo mes y medio”. Crucé los dedos para que después de ese mes y medio lo leyera y le gustase, nunca sabes qué va a pasar.

 

Me pasó lo mismo con Richard Jenkins. No sabía si haría algo como esto y después recordé que había hecho La cabaña del bosque y Bone Tomahawk, y me dije: “Vamos a probar suerte”.

 

De veras creo que al Monte Rushmore le falta la cabeza de Michael Shannon. Es así de grande. Si estuviera a cargo del Monte Rushmore, Michael Shannon estaría allí. Sin Strickland no hay Elisa. Hablamos del yin y el yang, y ese es de veras el yin el yang de la historia.

 

¿Cuál es el significado de la proyección de La historia de Ruth que se exhibe en el cine de la película?

 

La gente especula sobre si la criatura es un dios. Quería tener una historia de una mujer que tiene una enorme fe y puede cometer un pecado y todo eso, pero no quería una gran película bíblica que todo el mundo conociese. Quitando el fragmento de Shirley Temple, el resto de referencias de la película no son tan famosas. Creo que es muy aburrido citar cosas que todo el mundo conoce. Se convierten en meta referencias, y yo quería una película bíblica cutre.

 

Has incluido todas esas referencias en la película.

 

Me llevó nueve meses. Las versiones finales del guion llegaron entre 2014 y 2015. Searchlight se sumó al proyecto en 2014 y sabían todo lo que iba a suceder porque yo ya tenía un buen porcentaje del guion listo. Ya tenía un boceto completo. Les dije, “dadme una lista de todas las películas de Fox y de todas las canciones de Fox que puedo usar, porque no tengo dinero para pagar derechos”. Vi un montón de películas malísimas y otras buenas. Quería elegir cuidadosamente piezas que no fueran populares. Elegí a Carmen Miranda, La historia de Ruth y Martes de Carnaval porque la mayoría de la gente no ha oído hablar de ellas.