Digno final del IV Bolsín en Candelada con tres no menos dignos finalistas, como fueron Alejandro Gardel, Carlos Ochoa y Daniel Menes, que dieron un gran espectáculo enfrentándose a erales de la ganadería de Hermanos Sánchez de León.

En una mañana agradable y con mucho público en los tendidos se pudo presenciar un bonito festejo donde los tres finalistas demostraron que venían a por el capote de paseo con la Virgen de Chilla bordado y que tanto prestigio tiene dentro de los novilleros sin picadores, pues el que lo gana, si vamos a la hemeroteca, pasa al escalafón siguiente y cosecha triunfos importantes bajo la protección de Nuestra Señora de Chilla.

Los tres hicieron méritos más que suficientes para alzarse con el triunfo pero el jurado, que es el que tiene la ultima palabra, y que le costó mucho tomar la decisión por el buen nivel de los actuantes, decidió que el triunfador fuera Alejandro Gardel.

Un chaval que va a dar que hablar en el planeta del toro, porque atesora seguridad, clase, gusto y firmeza, y que con sus 16 años en verdad tiene ángel y un gran futuro.

Cuando las cosas se organizan y se hacen bien se deben de apreciar y por eso este Bolsín pasará a la historia por su bien llevada organización y el brillante nivel mostrado por los chavales.

Por la tarde, con la plaza llena y una temperatura agradable para ver toros, se celebró el festival con picadores en el que se acartelaban los matadores Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Antonio Ferrera, Miguel  Abellán, Cesar Jiménez y el novillero Francisco José Espada, en el que se cortaron orejas y hubo un indulto por parte del novillero Francisco José Espada. Los ‘espadas’ se enfrentaron a novillos-toros de la ganadería de El Siero, de Julián López ‘El Juli’, y se pudieron ver sus evoluciones en la preparación de la temporada que apenas está comenzando en nuestra península y  también para alguno de ellos.  

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