Rubén Ramiro bien vale tres puntos

A.S.G.
-

3
Real Ávila
1
La Granja
Finalizado
Exhibición del extremo encarnado, que lidera a los locales al triunfo en una tarde complicada en la que La Granja puso en aprietos a los de Jontahan Prado, demasiado imprecisos y nerviosos por momentos

El Real Ávila se quedó con los tres puntos ante La Granja. Y lo hizo de la mano de Rubén Ramiro. El extremo madrileño se desató, tiró del carro, lideró a los encarnados y le puso una marcha más a un partido en el que La Granja pudo llevarse un mayor premio pero acabó lamentando su falta de gol. No fue suficiente el tanto de Koby, que volvió a poner de manifiesto las complicaciones de los encarnados para dominar los partidos, incluso en su propio campo cuando manda en el marcador. Nervioso, impreciso, precipitado, los de Jonathan Prado dieron vida a los visitantes en una tarde en la que los locales pudieron encarrilar plácicamente el partido cuando el 1-0 subía al marcador antes de la media hora de juego pero en el que terminaron pidiendo la hora, aunque el 3-1 pueda parecer lo contrario. Y no es la primera vez que ocurre, aunque el triunfo y los tres puntos dan margen para solventarlo. Especialmente en una semana de tres partido y final de trayecto ante el Astorga.

Sin prisas se presentó La Granja en el Adolfo Suárez, dispuesta a sacar el balón jugado desde su portero. Propuesta tan ambiciosa como arriesgada. Presionó alto el Real Ávila, recuperó Javi De Mesa y no llegó el pase de la muerte a Vila. Primer aviso de los encarnados.El segundo, de manos de Rubén Ramiro, que vive en las últimas jornadas en un estado de forma espectacular. Recuperación, eslalon y derribo en la frontal. El madrileño estrellaría la falta contra la barrera. Estaba con ganas.

Imponía La Granja su plan. Y su plan pasaba precisamente porque pasara lo menos posible en el lado encarnado. Pero pasó. Pasó que Mateos falló en el despeje, que el balón cayó a los pies de Vila y que el vasco le puso una asistencia al hueco maravillosa para que Rubén Ramiro encontrara el gol. Controló orientado con el pecho, encaró a Trujillo y batía al portero de La Granja –minuto 19– para poner el 1-0. Encontraba el gol el equipo encarnado apenas unos minutos después de que Lázaro hubiera rematado por encima del marco de Alberto. Se había acercado ya al gol La Granja y pudo encontrarlo poco después –minuto 25– cuando un centro con mucha rosca se alejó de Alberto y se acercó a Lázaro, que se lanzó pero no llegó por unos centímetros. Era la segundo aviso del equipo de José Luis Segovia. Había dado un paso adelante en una tarde en la que el balón estaba siendo suyo.

Se complicaba el Real Ávila.Con el gol de Rubén Ramiro le dio la pelota y el campo a La Granja. Fueron los minutos de Alberto Díaz, que se tuvo que multiplicar en su debut. Pudo llegar el gol en un saque de córner de La Granja. No despejó SergioRamos en el primer palo. Falló, algo extraño en el salmantino.Tan extraño como peligroso. Porque junto al palo el balón quedó suelto sobre la línea de gol.Reaccionó bien Díaz, como lo haría poco después cuando un gran pase de Koby al segundo palo lo quiso rematar Lázaro. Se lanzó Díaz a los pies del ‘9’. No escatimó en riesgos y la apuesta le salió bien. Le quitaba al ‘9’ el gol  y le birlaba a La Granja un empate del que empezaba a ser merecedor tanto por sus méritos como por los deméritos de los encarnados, tan nerviosos como fallones en un partido que no terminaban de controlar, algo ya usual en este equipo cuando mandan en el marcador.

El equipo de Jontahan Prado entró en un profundo bache. Intranquilos, la primera parte se escapó entre los pelotazos de los encarnados y el dominio de La Granja, que quiso pero no pudo.  

El toque de atención en vestuarios fue evidente. Porque el Real Ávila arrancó con una marcha más en la segunda mitad. Quiso liderar la reacción RubénRamiro. No hay balón que no pelee el madrileño, que pudo encontrar el 2-0 a lo ‘Juan Palomo’. Él la robó en el centro del campo, él lanzó la contra y él la remató al lateral de la red –minuto 52– cuando Vila se resbalaba tras el centro de Llorián y el extremo llegaba al remate en el segundo palo. El ‘7’ encarnado estaba desatado. Volvería a dejarlo claro poco después.En un movimiento se fue de tres, arrancó desde el centro del campo, dejó por velocidad a Piti y habilitó a Mayorga en la frontal. Se la quiso colar a De Mesa, que no llegó por un palmo.

Si la tranquilidad es una virtud, no la tienen este curso los encarnados. Volvieron los errores entre los locales y de un error en la salida pudo llegar el empate de La Granja. Esta vez el fallo fue de Koby. Sólo tenia que empujarla cuando –minuto 58– tras una recuperación en banda Lázaro se la ponía en largo para rematar ante Alberto Díaz. Sólo tenía que empujarla, pero la remató mordida.

Merecía La Granja el empate. Y no era la primera vez. Hacían méritos los de José Luis Segovia, que se encontraron con Rubén Ramiro, que rompió el partido. Porque en una arrancada por banda le puso un centro delicioso –minuto 63– para que De Mesa rematara de cabeza al fondo de la red. Era el 2-0.

No se derrumbó La Granja, se durmió el Real Ávila. Olvidó la tensión y le dio vida a La Granja, que encontró en el gol de Koby el aliciente que necesitaban. No despejo la defensa encarnada. Koby entró por banda en una jugada de La Granja dentro del área. Recorte hacia adentro y remate pegado al palo –minuto 72– para colocar un 2-1 con el que el partido volvía a estar vivo.

No termino de matar el partido el Real Ávila. Vio posible empatar La Granja, que quiso buscar el segundo. En los errores de los encarnados siguió viva La Granja, que apuró el descuento en busca de un empate que no llegó, para alivio de los encarnados, que mientras pedían la hora encontraron el 3-1 en un raro tanto de Peli en el descuento, que tras rematar al larguero veía cómo en el tumulto el balón caía de nuevo a plomo para terminar para acabar convirtiéndose en gol.