Que el próximo domingo pueda disputarse el partido entre el Real Ávila y el San José en el Adolfo Suárez es cosa, poco menos, que de un milagro. La nieve, el hielo y el barro, allí donde se ha intentado retirar, son los protagonistas en un campo que desde el pasado domingo lleva sufriendo los efectos del temporal de nieve. Desde entonces las bajas temperaturas han impedido la retirada de una nieve. Todo lo contrario. En algunos casos se ha convertido en una gruesa capa de hielo. «Salgo que ocurra algo extraño, a día de hoy es muy complicado que pueda jugarse» decía el propio Miguel Ángel Miñambres, entrenador del Real Ávila. Será este sábado cuando se comunique la decisión final. Y no pinta bien.