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Área 11
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Un gol de Iván Vila en una jugada con numerosos rechaces y rebotes le dio el triunfo al Real Ávila, que fue de menos a más, y hunde un poco más al Santa Marta

Iván Vila, en una jugada del partido frente al Santa Marta. - Foto: Luis Revilla (La Gaceta de Salamanca)

Como ya hiciera en el encuentro de ida en el Adolfo Suárez, el Real Ávila superó al Santa Marta de Tormes por un solitario gol de diferencia. Aunque el Ávila pareció durante muchos ratos del encuentro no tener el suficiente ímpetu como para ir a vencerlo, ya que no se juegan nada hasta final de temporada salvo la honra y prolongar su excelente racha de resultados, lo cierto es que el equipo preparado por José Luis Diezma aprovechó un latigazo puntual de Iván Vila para condenar a un nervioso Santa Marta, que ve como se enfila directamente hacia el descenso, y más tras los pocos méritos y su falta de pegada demostrada ante los abulenses.

Son ya nueve jornadas consecutivas para el conjunto abulense sin conocer la derrota, con dos victorias seguidas tras superar con un contunden 4-0 a La Virgen del Camino con hatrick de Vicente incluido. Esta nueva victoria se ha dado el Alfonso San Casto, un campo últimamente propicio para los intereses abulenses ya que no han perdido nunca en dicho estadio. El técnico del Real Ávila, José Luis Diezma, contaba con bajas importantes como las de Jean Claude y Chiqui, además de las de Philip, José María o Bastida, que ya se perdieron el anterior choque ante el equipo virginiano. Sin embargo, el gol de Iván Vila en la recta final del encuentro decantó la balanza para un Ávila que ha encontrado su mejor forma en la recta final de temporada, ahora que ya tiene por imposible lograr un puesto de ascenso y no teme ni lo más mínimo por la permanencia.

Por su parte, los charros, sumidos en la pomada del descenso junto a Lermeño, Villaralbo, Salamanca B y Unami, vuelven a perder y prorrogan su racha de desencuentros con la victoria desde el pasado mes de febrero, lo que son ya diez jornadas fatídicas para los rojiblancos, que quedan a la espera de lo que haga el Racing Lermeño. De ganar, llevaría al conjunto salmantino a las plazas de descenso.

El inicio del encuentro no encontró un dominador claro en el juego, empero los tormesinos salieron potentes y ágiles a la contra, machacando la parcela ancha en el centro del campo y equilibrando así las carencias ante la mayor calidad abulense. Aaron la pegó mordida desde la frontal y se le fue muy desviada, replicando los visitantes un disparo de Palomi y una llega con peligro de Revilla en los primeros minutos. No hubo con todo grandes ocasiones en el primer tiempo, y la más clara fue claramente para los tormesinos en la cabeza de Jaime, pero su remate no encontró el gol por escasos centímetros tras dar sentido a un saque de esquino colocado en el segundo palo.

El descanso sentó mejor al conjunto abulense. Iván Vila avisaría a los pocos minutos tras encarar al portero en el área pero Jaime y Diego le sacaron el balón: Minutos más tarde, a la salida de un córner remató Cabrera y la volvieron a sacar entre Darío y Diego. Estaba avisando el conjunto visitantes aunque las llegadas eran muy esporádicas, y a los tormesinos se les notaba más entonados y metidos debido a lo que se jugaban. Tras varios minutos de incertidumbre, llegó un gol de aquellos que sacan a la luz la frase «sacar petróleo de donde no lo hay». El balón, tras una serie de rebotes y rechaces, le llega a Iván en área pequeña desde un lateral y anota el 0-1 que a la postres se antojaría definitivo.

Los rojiblancos, a raíz del gol, se volcaron con más corazón que cabeza, ante un Ávila que tiró de experiencia para hacer valer pequeñas pérdidas de tiempo para guardar el botín. Solo tuvo dos acercamientos que apenas fueron claros: Lolo golepó una falta a cinco metros de la frontal y se fue rozando el larguero, y sobre la línea de gol Pindado retuvo un balón que se marchaba manso tras un remate del delantero Chamorro. Sin tiempo para más, el Ávila consumó una nueva victoria, ampliando su magnífica racha, que por otra parte llega algo tarde. Los charros, en una dinámica diametralmente opuesta, pueden caer a posiciones de descenso según se presenten los otros resultados que le conciernen de la jornada.