Numerosas fiestas y tradiciones suelen ir acompañadas de platos y productos singulares muchos de los cuales solo se elaboran coincidiendo con determinadas fechas del año. Es el caso de los huesos de santo y los buñuelos de viento, dulces típicos de la festividad de Todos los Santos. De hecho, se trata de repostería «muy de temporada» que «empezamos a hacer el fin de semana anterior al uno de noviembre» y cuya elaboración concluye «el día dos», nos cuentan en Chuchi Pasteles.  Eso sí, durante esa semana larga la producción es intensa. En esta céntrica pastelería abulense, por ejemplo, el día uno seguramente llegarán a «freir quinientos buñuelos cada diez minutos», para lo cual utilizan una sartén de enormes dimensiones que permite dar respuesta a la gran demanda que reciben en ese día señalado.

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