El Gobierno planteará dos recursos ante el Constitucional contra el 9-N

AGENCIAS
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La líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, adelanta que el Ejecutivo central se opondrá ante el Alto Tribunal a la Ley de consultas catalana así como a la convocatoria que firmará Mas

El Gobierno planteará dos recursos ante el Constitucional contra el 9-N

Nadie cede, y menos a escasos días de la Diada. Mientras el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, pidió ayer no «adelantar acontecimientos» respecto a la posibilidad de que el Gobierno recurra ante el Tribunal Constitucional la Ley de consultas catalana así como la convocatoria del referéndum que vaya a firmar Mas, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, aseguró que el Ejecutivo central así lo hará.

Así, la dirigente popular precisó que se intentará que haya «el mínimo tiempo posible entre la interposición de los recursos y la suspensión». Sobre la posibilidad de que el PP hiciera campaña en favor del no si al final el proceso sigue adelante, la gerundense se mostró firme: «Si hay un recurso presentado, no se hará campaña para nada».

La líder del PPC también consideró que el president ya sabe que el Gabinete Rajoy recurrirá el referéndum, por lo que ha preparado un Plan B: «Será pasar del 9-N a unas elecciones plebiscitarias». Aunque no lo haya dicho explícitamente el barcelonés, varios medios de comunicación han publicado que éste le había comentado a dirigentes de CiU que ese era el paso que tendría que dar. De hecho, según un rotativo nacional, habría pactado con ERCese adelanto de los comicios regionales.

Además, Camacho negó que el Gobierno o el Constitucional puedan incurrir en prevaricación si vetan la consulta, como consideró  el pasado 19 de agosto el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. «Los únicos que tienen legitimidad para hablar de la constitucionalidad de las leyes son los miembros del TC», señaló la popular, que consideró que las palabras del alcalde son una acusación muy grave.

Preguntada por si el Gobierno responderá a las demandas de la Generalitat en función de la consulta, la de Blanes sostuvo que actúa con «lealtad» con cualquier región y que, en todo momento, ha cumplido con Cataluña. «Lo que se quiere trasladar es que si queremos reemprender un diálogo serio y leal, hay que cumplir. No se pueden pedir cosas y hacer un acto que está fuera de la ley», apostilló.

Desaparecido’.

La respuesta del frente independentista se produjo horas después y no por parte de la Generalitat ni de su presidente -que sigue desaparecido desde hace más de una semana-, sino de su segundo en el partido, CDC, y representante del sector duro de la coalición, Josep Rull, que instó al Gobierno a «no hacer nada» ante la convocatoria de la consulta.

En el Ejecutivo regional, sin embargo, la reacción a las palabras de Sánchez-Camacho fueron muy suaves. De hecho, su portavoz, Francesc Homs, se limitó simplemente a rechazar «especulaciones» sobre si el PP iba a recurrir al órgano garante de la Carta Magna. De paso, tampoco quiso mojarse sobre si ERC, como llevan pidiendo desde hace meses, va a formar parte del Gabinete autonómico, posibilidad que siempre ha rechazado de plano por la comodidad que supone ser socio en la sombra. Las encuestas, que ya le dan el poder, así lo atestiguan.

Además, el consejero de Presidencia presentó junto al vicepresidente del Parlament, Lluis María Corominas, los actos oficiales de la Diada, que sufre cambios muy significativos, destacando que CiU duplica los impactos mediáticos de la cita al celebrar la Generalitat esa fiesta la tarde anterior en un rincón especialmente reivindicativo que no se había utilizado hasta ahora:Fossar de les Moreres, donde se hayan custodiados los cuerpos de quienes murieron en el asedio de la ciudad en el 11 de septiembre de 1714. La inscripción del monumento es muy elocuente:En Fossar de les Moreres no se entierra ningún traidor, hasta perdiendo nuestras banderas será la urna del honor. Esta estrategia responde a una idea:«Es un año excepcional».

La euforia de los nacionalistas será mayor el próximo 11 de septiembre, cuando la parte de la ciudadanía que se declara independentista se echará a la calle formando en una V un gran mosaico en forma de senyera, que se distribuirá, según los organizadores, en más de 200.000 metros cuadrados.