Una buena dosis de decepción portaban los ganaderos y responsables de las organizaciones UCCL y UPA-COAG en Ávila tras la reunión privada mantenida con el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, este jueves, a partir de las 16,30 horas. La reunión vino motivada por las exigencias expresadas de forma contundente por estas OPA abulenses y por casi 300 ganaderos el pasado 5 de febrero en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León. Sin embargo, el consejero «que ha sido muy amable y ha escuchado todas nuestras demandas», les ha confesado estar «atado de pies y manos», según los ganaderos.

Las decisiones sobre las medidas a tomar ante el importante incremento de lobos en la provincia y, por tanto, de matanzas de animales de ganadería extensiva, «se toman en Bruselas y no puede hacer nada porque las leyes son imposibles de cambiar», afirmaba Jesús González Veneros, responsable de Ganadería de UPA a su salida de esta reunión. «La ley no nos protege y nos sentimos indefensos», argumentaba, por lo que «si apuestan por el lobo, nosotros nos tendremos que ir del medio rural». Los únicos compromisos del consejero según los responsables de UPA se han centrado en «mirar los expedientes antiguos y pagar cuanto antes los daños», además de abatir, lo antes posible el segundo lobo en la provincia de Ávila.

Por su parte, Jesús Muñoz, presidente provincial de UCCL expresó a Diario de Ávila que «hemos propuesto al consejero la creación de reservas para el lobo porque creemos que no es posible su coexistencia con la ganadería extensiva». Sin embargo, Suárez-Quiñones a confesado que, aunque se estudiará la propuesta, «es muy complicado avanzar en esa idea».