Recién puesto el punto y final a la cuarta edición del Festival de Música Antigua Abvlensis, que ha significado un nuevo éxito en todos los sentidos, su director, el músico Óscar Arroyo, afirma, hablando en nombre de todos los que han participado en este proyecto, que «nuestra valoración de Abvlensis 2015 es plenamente satisfactoria», una sensación que afirma que ha venido a confirmar las expectativas que habían puesto en un programa «que sabíamos que era de un altísimo nivel y que finalmente ha resultado el más redondo de los que hemos ofrecido, el mejor».
Esa satisfacción, añadió Arroyo, es fruto de muchas percepciones de los siete días que duró el festival, entre las cuales destacó «el aumento del público, de alrededor de un 20%», oyentes entre los que se cuentan «muchos que repiten de años anteriores, y muchos de fuera de Ávila»; ese aumento de espectadores ha significado que la media de ocupación en los conciertos rondase el 90%, con varias de las citas completas.
Entre las pocas sorpresas que han conocido comentó el director de Abvlensis la «gratísima» que significó «el concierto que ofreció el grupo Odhecaton, cuanto menos al mismo nivel que New York Polyphony, lo que es mucho decir».
Con ese excelente sabor de boca, fruto merecido de un trabajo bien hecho que comenzó a forjarse hace ya casi un año, los responsables de Abvlensis ya han comenzado a preparar las ediciones de 2015 y 2016, conscientes de que los grupos y solistas con los que quieren contar, manteniendo siempre el alto nivel consolidado en estas cuatro primeras ediciones, «planifican sus actuaciones a muy largo plazo».
De cara a ese futuro inmediato, satisfechos de «haber creado una imagen de marca con un marchamo de calidad y gestión que ha merecido felicitaciones y visitas, y también de haber conseguido un hueco propio en el calendario» que hace posible que «cada año sea un paso más en un capítulo de un todo que queremos que dure mucho tiempo», los responsables de Abvlensis quieren mantener «ese nivel creciente de calidad con una oferta amplia pero sin perder nunca nuestra identidad», una apuesta por seguir creciendo para la que Óscar Arroyo considera que «necesitamos un poco más de dinero para depurar lo que ya estamos haciendo», un pequeño plus al que invita a que se sumen sus patrocinadores, mecenas a los que asegura que «estamos muy agradecidos».