Con el melón autonómico recién abierto después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consiguiera llegar a La Moncloa gracias al apoyo de los nacionalistas, ayer se anunció que los dirigentes del País Vasco y Cataluña abrirán la agenda de contactos del líder socialista con los mandatarios regionales. De este modo, el primero en ir a la sede del Ejecutivo será el lehendakari, Íñigo Urkullu el próximo 25 de junio, mientras que el president de la Generalitat catalana, Joaquim Torra, se verá con Sánchez el próximo 9 de julio para iniciar el deshielo de las relaciones entre el Gabinete central y los secesionistas. 

Durante esta ronda de contactos, que continuará con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y con la líder andaluza, Susana Díaz, Sánchez tendrá que abordar, además, el sistema de financiación autonómica tras su anuncio el pasado martes en el pleno del Senado de negarse a renovarlo, lo que rompía con unas de las exigencias que los socialistas llevaban años planteando al Ejecutivo del PP.

El anuncio de las próximas reuniones se realiza justo dos semanas después de tomar Sánchez posesión de su nuevo puesto y el mismo día que se sentaba por primera vez en el banco azul del Congreso, el reservado para el jefe del Ejecutivo y su Gabinete, en la primera sesión de su mandato. Y fue en este marco en el que el socialista puso en su hoja de ruta los permisos de paternidad y maternidad igualitarios, como una de las medidas necesarias para «reconstruir» los derechos y libertades «desmantelados» por el PP. En este sentido, también señaló que «quiere» que sean intransferibles y tengan «una remuneración adecuada».