Ewan sorprende al sprint

Agencias / Alcalá de Guadaíra
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El joven australiano se lleva la victoria y el holandésTom Dumoulin se viste de rojo

El australiano Caleb Ewan (Orica-GreenEdge) ganó ayer la quinta etapa de la Vuelta a España, transcurrida entre Rota y Alcalá de Guadaíra sobre 167,3 kilómetros, al sorprender en el sprint a los favoritos John Degenkolb (Giant) y Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) en una final que picaba hacia arriba.

La apuesta del equipo oceánico por este joven de 21 años con orígenes coreanos sigue dando sus frutos. Su físico, que puede perjudicarle ante hombres más fuertes y grandes en una llegada en llano, le benefició en la leve, pero sorprendente, línea de meta.

Empieza a ser conocido como ‘Pocket Rocket’ (cohete de bolsillo) debido a sus 61 kilos y 1,65 metros de altura, pero con una velocidad increíble que le ha llevado a firmar su mejor resultado en su incipiente carrera en esta ronda, aunque también se impuso en la general de la Vuelta a la Rioja o el Tour de Corea.

En la localidad sevillana se situó bien a la rueda de Peter Sagan para beneficiarse del trabajo del Tinkoff-Saxo, el bloque más activo junto al Giant-Alpecin. Cuando la carretera llegó al seis por ciento de pendiente, arrancó y dejó atrás a Degenkolb y Sagan, incapaces de igualar su potencia en el tren inferior en subida.

Un final con sorpresa que se podía intuir por esa subida imperceptible en el perfil de la etapa, pero notoria para las piernas de los corredores tras completar los 167,3 kilómetros de esta jornada, la quinta de una Vuelta que vivió un cambio de líder. Y es que, por unos cortes en el grupo debido a la velocidad imprimida por los primeros, dio la mala noticia para el Orica-GreenEdge.

Podía haber sido una fiesta completa con la victoria de Ewan y la general provisional para Esteban Chaves, pero el colombiano perdió el deseado maillot rojo en favor del holandés Tom Dumoulin (Giant-Alpecin), que tiene ahora un segundo de renta sobre el sudamericano.

Como era de esperar, hubo una fuga pequeña por la intuición de la dificultad que tendría llegar a meta con éxito para la escapada. Solo Iljo Keisse (Etixx-Quick Step), Antoine Duchesne (Europcar) y Tsgabu Grmay (Lampre-Merida) lo intentaron y, sin buen entendimiento entre ellos y varios ataques, fue Keisse el último superviviente y acabó engullido por el pelotón a ocho kilómetros de meta. Sobre todo en la aproximación a Alcalá de Guadaíra, el grupo arrancó fuerte para evitar sustos y poder luchar al sprint, donde ahí llegó la sorpresa.

De cara a hoy, se vivirá un segundo encuentro con la montaña pues la sexta etapa partirá de Córdoba y llegará al Alto de Cazorla (tercera categoría), tras haber recorrido 200,3 kilómetros. Los corredores también subirán el Alto de Baeza y llegarán a la sierra de Jaén en un final en alto donde los últimos cuatro kilómetros marcarán la jornada, con rampas de hasta el 10 por ciento de pendiente media.