No son los auténticos pero, sin duda, para muchos de los vecinos de Santa Cruz del Valle los suyos tienen casi tanta importancia como aquellos. Reproducciones de cuadros de Goya, Dalí o El Greco lucen desde hace más de dos décadas en un buen número de fachadas de este municipio que ha hecho del arte mural una de sus señas de identidad.

Corrían los primeros años de la Democracia, con Benito Cañadas como alcalde del municipio, cuando el Ayuntamiento de Santa Cruz del Valle encargó la realización de una serie de pinturas murales a varios artistas. Como lienzos de este peculiar museo se utilizaron las fachadas de un buen número de viviendas particulares, así como también las de algunos inmuebles municipales, tales como el edificio del cine, donde se pintaron hasta cinco reproducciones de obras de arte.

‘Muchacha en la ventana’, ‘El Guernica’ ó ‘La Vendimia’, así como otras obras de carácter más etnográfico en las que se reproducen algunos de los oficios típicos de la zona, son sólo algunos de los cuadros al aire libre que surgieron de aquella iniciativa y que hoy, más de veinte años después, siguen embelleciendo las fachadas de Santa Cruz del Valle, si bien lo hacen algo más deslucidos debido a que el tiempo también ha hecho mella en las pinturas. De hecho, el deterioro que presentaban muchos de estos murales y el hecho de que el pasado verano dos de las pinturas desaparecieran, fruto de las obras de reparación de humedades de las fachadas que les servían de lienzo, hicieron que la asociación local Cuyda comenzara una campaña para restaurar y poner en valor este singular museo urbano.

Los primeros trabajos de restauración, explica José Carlos González, presidente de la citada asociación, comenzaron a finales de marzo y en ellos se contó con la colaboración del talaverano Francisco Ojea, que fue uno de los artistas contratados en su día por el consistorio de Santa Cruz del Valle para embellecer el municipio.

Restaurar cada uno de los murales, explica González, «costaría entre 600 y 900 euros», por lo que en esta ocasión, prosigue, «la intervención se ha centrado en cubrir las pinturas con un barniz protector que asegurará su conservación durante un par de años más». Además, explica el presidente de Cuyda, debido a actos vandálicos, el retrato que de Federico García Lorca se puede contemplar en la plaza de la localidad, así como un  mural de la paloma de la paz, que se encontraba muy deteriorado, «han vuelto a ser pintados».

Estas actuaciones, asegura González, han sido financiadas exclusivamente por los miembros de esta asociación que actualmente cuenta con unos 40 socios, si bien, y debido a que en muchas obras no se ha podido aplicar el barniz protector  «porque necesitarían una intervención más urgente y el barniz sólo habría hecho que empeorar aún más su ya de por sí pésimo estado de conservación», la asociación Cuyda solicita la colaboración popular para comenzar a restaurar aquellos murales que corren más riesgo de desaparecer. La idea, explica González, «sería ir restaurando poco a poco los murales, a la vez que pintar otros nuevos», para lo que desde la asociación también piden a los vecinos que donen sus fachadas.

«Es una pena que se pierdan estos cuadros», lamenta José Carlos González, no sólo porque en su día el ayuntamiento invirtió dinero en su creación, sino porque este museo al aire libre se ha convertido en una de las señas de identidad de este municipio que puede presumir de contar con una pinacoteca urbana en la que se pueden contemplar obras de los grandes de la pintura, aunque en este caso se trate sólo de copia realizadas sobre la cal de las fachadas...