No es la primera vez que Nacho Pérez se enfunda la elástica de la Selección Española, aunque hacía tiempo –desde 2012 con la Sub’23– que no apreciaba su tacto. Sin embargo esta vez ha sido distinto. Quizás porque esta oportunidad le ha llegado tras un inicio de temporada 2018 que no es el que hubiera imaginado pero en el que la confianza de Ramón González, seleccionador nacional, ha tenido mucho que ver.O quizás porque la llamada ha sido para defender a España en los Juegos del Mediterráneo, y estos «son otra cosa, son algo distinto, otra manera de vivir el deporte». Y ha podido disfrutar de ellos el ciclista de Navaluenga.No tuvo la mejor de las suertes en lo deportivo. Una caída y una avería en la bicicleta le impidieron rendir más allá del puesto 28. Sin embargo eso queda en otro plano.
«Ha sido una experiencia increíble» reconoce ya desde tierras abulense Nacho Pérez, que no para. Este mismo domingo compite en Portugal. «Es verdad que lo mío es el ciclismo, pero me gusta el deporte en general y poder convivir en la villa con tantos deportistas y de tantas disciplinas es una experiencia muy gratificante».
El estilo de la prueba, el calendario del abulense y la figura de RamónGonzález, seleccionador nacional para la ocasión, le abrieron la puertas de esta cita. Junto a Íñigo Elosegui, recientemente coronado como Campeón de España en línea Sub’23, el nombre de Nacho Pérez entraba dentro de los probables. Las características de una selección confeccionada con corredores Sub’29, capaces de hacer frente a un recorrido «duro y exigente» en el que se podían dar diversas situaciones de carrera pesaban a favor del de Navaluenga. El resto lo puso la confianza de Ramón González. «Ya me conocía, confió en mí y se puso en contacto conmigo».
En el plano deportivo la suerte no estuvo de su parte. «Fue una carrera loca».Empezó con mal pie. «De salida me vi involucrado en una caída, me llevé un golpe en la cadera, una avería en la bici... Me resentí bastante. Te descoloca». La ausencia de un amplio número de participantes –69 corredores– así como de grandes equipos dispuestos a trabajar «te hacía estar pendiente de las selecciones importantes y de meter un corredor delante».No fue él.Sería Mario González, finalmente quinto en una carrera en la que se imponía al sprint Duranti.
A partir de ahora toca mirar a lo que resta de temporada con una idea muy clara, «si estoy al cien por cien, si me encuentro bien los resultados acabarán llegando». En el calendario aguardan un par de clásicas que puntúan para la Copa de Portugal, un par de vueltas, entre ellas la propia Vuelta a Portugal, importante para el Louletano, su equipo. Y todo con un anhelo, aspirar al próximo año «a un calendario más amplio, más vistoso».