Son muchas, en todo el mundo y en una dilatada pluralidad de idiomas, las ediciones de libros que han recogido la sublime poesía que nos regaló san Juan de la Cruz, místico abulense considerado el mejor de los poetas de la historia, colección bibliográfica inabarcable y en constante crecimiento a la que acaba de añadirse un librito singular, hermoso y lleno de simbología, que ha apostado por concentrar los 960 versos que escribió el carmelita fontivereño, repartidos en quince poemas, en un puñado de páginas en miniatura... tan pequeño que solamente ocupa centímetros de alto, cinco y medio de ancho y uno de grosor.

La editorial que ha apostado por ese pequeño y cuidado formato es la librería Cervantes de Segovia, dando continuidad así a una colección de temática religiosa cuyos textos decidió condensar en tan breve espacio por cuestiones tanto prácticas como de novedosa estética. El responsable de esa singular edición ha sido el carmelita descalzo Salvador Ros García, salmantino considerado uno de los mayores expertos en la mística española y, por lo tanto, en todo lo relacionado con Juan de Yepes.

Es ya una hermosa metáfora, tal y como reconocen Salvador Ros y Guillermo Herrero y Petrita Gómez, dueños de la librería Cervantes, concentrar en tan poco espacio (esas 125 páginas tan recoletas) una obra poética completa breve en palabras pero inabarcable en significado y belleza; y si a algún poeta le cuadra bien esa hermosa osadía es a san Juan de la Cruz, quien, continuando el tropo, fue también un hombre muy grande encerrado en un cuerpo pequeño, capaz como él solo de crear «un prodigio de perfección literaria» como es esa obra inmarcesible.

Toda la poesía de San Juan de la Cruz –son «los quince poemas que se encuentran en el manuscrito de Sanlúcar de Barrameda, que está corregido por él y por tanto tiene todas las garantías de autenticidad, y el Códice de Jaén, que al Cántico le añade una estrofa más»–, encuentra perfecto acomodo en este pequeño formato, en el que también caben, explica Salvador Ros, «una introducción de 30 páginas con los tres escenarios de composición poética de san Juan, Ávila, Toledo y Granada, y una cronología para que el lector pueda seguir año por año el escenario existencial del místico».

Se cumple así el refrán, comenta Salvador Ros, de que «la esencia cabe en tarro mínimo, y es que se trata del poeta más grande en el formato más pequeño», una reflexión a la que apoya «Gastón Bachelard, un filólogo que decía que el mundo es de aquellos que más capacidad tengan de miniaturizarlo, y bien puede decirse que san Juan de la Cruz consiguió el prodigio de meter el universo entero en esos quince poemas».

Insistiendo en que san Juan «es el poeta por excelencia, y creo que eso es indiscutible ya», Salvador Ros recuerda que «Juan Ramón Jiménez tenía al respecto una frase rotunda y precisa cuando afirmaba que ‘poesía es la voz de lo inefable, a pocos poetas les ha sido dado esta voz, y en España la tuvo san Juan de la Cruz’, como diciendo que es el poeta lírico y místico por antonomasia, supera a todos».

Volviendo sobre la parca extensión de la obra de san Juan de la Cruz, Ros comentó que  «seguramente más que escribir muchos versos, que seguro que escribió más que estos, al final redujo su poemario porque lo que él quería es que se leyesen muchas veces unos pocos, y es verdad que son para leer y leer, e incluso lees una estrofa y ya es como un minipoema, te das cuenta de que cada estrofa tiene vida propia».

El librito, que Ros definió como «un regalo precioso y pequeño para llevar a cualquier parte», ha conocido 2.000 ejemplares en su primera edición, a la cual es posible que se sumen más a corto plazo, porque «en un libro de poesía completa que va siguiendo los códices más auténticos, es el que tiene el mayor rigor científico-literario y al mismo tiempo un contenido en una miniatura que es un formato accesible y asequible a todos los bolsillos». 

El poeta alemán Friedrich Hölderlin, comentó Ros, «dijo que lo  divino es lo que está identificado con lo máximo pero se contiene en lo más pequeño, y eso es san Juan de la Cruz, lo más grande contenido en lo más pequeño, en lo más breve», una metáfora que «puede extenderse también a su presencia física porque san Juan de la Cruz fue el hombre más grande y casi pasó desapercibido. Esa paradoja define también al hombre, que es lo infinito en lo finito, lo grande en lo pequeño, y ahí está también san Juan de la Cruz».

Para la responsable de la librería Cervantes, Petrita Gómez, «la poesía de San Juan de la Cruz es un acontecimiento literario de primer orden, con todo lo que ello implica de excelencia expresiva, potencia sígnica y capacidad de múltiples interpretaciones para que pueda ser entendida por todos». «Estamos ante un creador que confía en la eficacia del vehículo expresivo que ha elaborado, que concibe el poema como objeto simbólico comunicable como tal y es capaz de responder a los más variados interrogantes», añadió.

Esta nueva edición de las obras completas de san Juan de la Cruz se puede adquirir en Ávila en la tienda de recuerdos de la plaza de LaSanta.