El pasado lunes un terremoto de intensidad 5,2 en la escala Richter y epicentro en el término albaceteño de Ossa de Montiel sacudía el centro del país. El temblor, que tenía lugar a las 17,16 horas, se dejó sentir en varias regiones como la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y Madrid. También se percibió en la provincia de Ávila, si bien en este caso de forma leve y sin consecuencias.
Ésta no es la primera vez que la tierra se mueve en Ávila, si bien en la mayoría de las ocasiones que lo ha hecho hasta ahora estos movimientos sísmicos se han dejado sentir de forma leve. No en vano, y según el Mapa de Peligrosidad Sísmica de España, elaborado por el Instituto Geográfico Nacional y que sirve de base para aplicar la Norma Sismorresistente de Construcción, Ávila forma parte de la zona de la geografía nacional-que incluye el centro y buena parte del norte de la península-donde menor probabilidad existe de que se registren seísmos con potencial destructivo. De hecho, el citado documento atribuye una escala menor de VI a la peligrosidad sísmica de la provincia de Ávila. Esto significa que ante un posible movimiento de tierra con epicentro en esta provincia, lo que ocurre de media una vez al año, la intensidad del mismo será leve. Así, en el peor de los casos, y atendiendo a las previsiones del Instituto Geográfico Nacional, un terremoto con epicentro en tierras abulenses sería sentido por todos los ciudadanos de esta provincia y haría que los objetos inestables se cayeran. Pero poco más.

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