El buen tiempo fue el aliado perfecto para que los niños y niñas abulenses dieran una bienvenida acorde a la altura de los invitados que estaban anunciados para la una de la tarde, ni más ni menos que los Reyes Magos de Oriente. Melchor, Gaspar y Baltasar cumplieron con una práctica que se remonta ya seis años atrás y llegaron a Ávila en avioneta al Aeródromo Valle Amblés, un momento tan emocionante como espectacular que no quisieron perderse cientos de familias. Susana y Guillermo fueron dos de los muchos niños que, a pie de pista, quisieron ser de los primeros en ver de cerca a Sus Majestades, en una de las mejores ediciones que se recuerda tanto por la asistencia como por lo benévolo del tiempo. Y es que, después del frío del año año pasado, el sol quiso sumarse a la cita que, de la mano de Aerotraining Escuela de Vuelo, y con la colaboración de los ayuntamientos de la zona, sigue causando muchísima expectación. A su llegada, los Reyes Magos saludaron a los niños, les preguntaron  si habían sido buenos y les dieron caramelos, a la espera de poder recoger sus últimas peticiones de cara a esta noche, la más mágica del año.