La noche de Ulaca

Ana Agustín
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La noche de Ulaca

Un año más, y este es el décimo, una edición redonda y significativa, los celtas volvieron a apoderarse de Solosancho gracias a la celebración de Luna Celta, una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de este municipio del Valle Amblés que se colmó de  público para disfrutar del espectáculo que se hunde en las raíces de este pueblo coronado por el castro de Ulaca, uno de los más bellos y mejos conservados de la provincia.

Precisamente, el preámbulo de Luna Celta 2014 consistió en la subida nocturna al castro, una simbólica cita que llevaron a cabo unas 2.500 personas, tal y como informó a esta redacción el alcalde de Solosancho, Benito Zazo, quien reconocí que se había igualado el récord batido en 2012. Lo más importante de esta subida, que los  primeros grupos de personas comenzaron a las 18 horas, además de la belleza que ofrece y de las actuaciones que se desarrollaron junto al altar de sacrificios del castro, es que se desarrolló sin incidencias de ningún tipo. La organización fue impecable y el operativo de seguridad, formado por más de 50 personas, funcionó a la perfección. A las 22,00 horas estaba previsto que comenzara el espectáculo planteado. La música celta  a cargo del grupo de Ponferrada Fraguel Folk comenzó a sonar en una noche mágica en la que las linternas y los juegos de luces planteados aportaban un ambiente casi irreal. Posteriormente, en una noche oscura de luna y fría pero abierta y llena de luz y calidez. A las 22,45 horas comenzó, un año más, la actuación del grupo de teatro de Solosancho. 25 personas, 18 de ellas actores de todas las edades y sexos volvieron a recrear una historia original, escrita para la ocasión por Cristina Hernández. Dirigidos por Pilar Rodríguez vilvieron a hacer posible la vivencia  del pasado vetón de los vecinos de este valle.