En medio de la amenaza yihadista que sobrevuela Europa, más aún después de los atentados de principios de mes en Francia que conmocionaron al país galo y al mundo entero y las operaciones contra el terrorismo extremista, que se han saldado en las últimas semanas con varios detenidos en países como Alemania, España o Bélgica, la Unión Europea aprobó ayer cambios en la base de datos utilizada en la zona Schengen con el objetivo de facilitar el control de las fronteras.

«Debemos tomar la iniciativa y mantener bajo observación cruces fronterizos sospechosos», subrayó el comisario de Asuntos Internos de la UE, Dimitris Avramopoulos, ya que «existe un nivel de amenaza no conocido hace unos años».

A partir de ahora las autoridades podrán detener más fácilmente a potenciales yihadistas que ingresen o abandonen territorio comunitario con pasaporte de un país miembro, destacó. Precisamente, ésa es la principal amenaza que se vive en la actualidad, la de los atentados llevados a cabo por ciudadanos occidentales que regresan de naciones como Siria o Irak, donde se han formado con Al Qaeda o el Estado Islámico (EI).

Los cambios serán aplicados en el Sistema de Información de Schengen para posibilitar el intercambio rápido de datos sobre individuos sospechosos, informaron autoridades de la Unión. 

Las nuevas disposiciones permitirán que los Veintiocho incrementen sus controles y que, en caso necesario, invaliden un pasaporte en la frontera. De ese modo, Europa se propone retener en sus zonas limítrofes a europeos que quieran sumarse, por ejemplo, a las filas del EI en el extranjero. «Debemos reunir información para detectar sospechosos y evitar ataques terroristas», destacó.  

Además, dentro del plan de medidas para evitar la radicalización de jóvenes europeos, el Ejecutivo comunitario tiene previsto trabajar con compañías como Google, Facebook o Twitter, al considerar que internet juega un «papel significativo en la radicalización».