La Comunidad gana en la última década casi 40.000 hectáreas en regadíos

Ical / Valladolid
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Castilla y León ha aumentado en tan sólo diez años los sistemas automotriz un 72 por ciento y los localizados un 114,2 por ciento

El proceso de generación de nuevos regadíos en Castilla y León ha permitido la puesta en marcha de 39.188 nuevas hectáreas en la última década, hasta cerrar 2014 con una superficie regada con información del sistema utilizado (146 hectáreas no cuentan con datos), de 441.202 hectáreas, el 12,46 por ciento de la cultivada y el 4,68 por ciento de la geográfica. En España, la superficie de regadío creció en los diez años de análisis un 7,9 por ciento, hasta las 605.121 hectáreas.

Un informe del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente constata que las fuertes inversiones en modernización han tenido su reflejo en la evolución de los sistemas de riego en la Comunidad, con un descenso lógico de los tradicionales por gravedad, cuya superficie disminuyó en 28.221 hectáreas, hasta las 141.770 en que cerró el ejercicio.

El reto del ahorro ante un recurso, el agua, cada vez más escaso, y un encarecimiento de las fuentes energéticas, propiciaron, en la última década el mayor crecimiento en los sistemas de riego localizado, que ganaron 12.767 hectáreas y crecieron un 114,2 por ciento, aunque siguieron siendo minoritarios, con 23.947 hectáreas, el 5,4 por ciento del total.

La superficie regada por sistemas automotrices, por su parte, alcanzó las 137.151 hectáreas, el 31 por ciento del total, con un crecimiento en 57.456 hectáreas, que en términos porcentuales supone un 72 por ciento más. Junto a estos, el otro gran sistema de riego mecánico es el de aspersión, que perdió 2.814 hectáreas en los últimos diez años, un dos por ciento, hasta concluir 2014, con 138.334 hectáreas, el 31,3 por ciento.

El documento explica que «en Castilla y León se explica un reparto bastante igualado entre los sistemas de gravedad, aspersión y automotriz, si bien el primero manifiesta una tendencia descendente mientras que el último va incrementando su superficie». Sin embargo, reconoce que «muy por debajo se sitúa el riego localizado, con un 17 por ciento de la superficie de cada uno de los anteriores».

La evolución porcentual en «promedio» anual de cada sistema en la Comunidad refleja que la superficie en gravedad mermó un 10,6 por ciento; mientras que el riego localizado creció un 39,2 por ciento; el automotriz, un 36, y el de aspersión, un 4,5 por ciento.

Asimismo, la comparación interanual de la superficie de riego constata que entre 2013 y 2014 la superficie con usos tradicionales de gravedad mermó un 3,83 por ciento; mientras que creció la aspersión un 11,65 por ciento; la automotriz, un 10,9 por ciento; y el goteo, un 3,2 por ciento.

Distribución en cultivos. El Ministerio analiza los cultivos de regadíos y explica que el maíz es el de mayor superficie con 135.592 hectáreas regadas frente a 861 de secano. Asimismo, indica que Castilla y León es una autonomía «predominantemente cerealista», con 820.568 hectáreas de trigo blando de secano y 78.203 de regadío; y 786.998 de cebada de 2 carreras sin riego, frente a 48.133 regadas.

En el caso de la remolacha, también es un cultivo prácticamente regado en su totalidad, con 26.112 hectáreas en regadío, y solo 461 de secano; y en patata ocurre lo mismo con 21.542 hectáreas frente a 959 en cada caso. Por el contrario, en alfalfa hay 57.432 hectáreas de secano, frente a 28.769 de riego; y en viñedo de transformación, 44.745 frente a 18.987, respectivamente.