El Pleno ordinario correspondiente al mes de marzo en la Diputación de Ávila bien podría pasar a la historia como uno de los más breves de los últimos tiempos. Sin resoluciones de presidencia, ni mociones, sin ruegos, ni preguntas, todos los puntos del orden del día fueron aprobados por asentimiento ya que los diputados conocían de antemano en qué consistían. Sólo dos áreas fueron las protagonistas durante la sesión de menos de media hora de duración: las del área de Economía y Hacienda por un lado y las de Cooperación Económica Local, Infraestructuras yRecursos Humanos.

En el primer caso es destacable el decreto por el que se aprobó la liquidación del presupuesto de 2014 de la Diputación y de sus organismos autónomos. En este sentido y preguntado el presidente de la institución provincial, Agustín González, por este asunto desveló que efectivamente el año había terminado con superávit, «la cuenta de resultados, tras la ejecución del presupuesto, se cerró con 3.780.000 euros en números redondos». Ese superávit se une además al remanente de tesorería, «es decir los ahorros que venimos arrastrando con idea de no dejar las cuentas a cero». ¿En total? «Casi 13 millones de los que vamos a aplicar unos seis: dos para trabajadores; 1,5 para gasto corriente, otros dos para carreteras y el resto para cuestiones varias, para contingencias», pero que no es a mayores, advertía, sino que el destino de esos fondos ya está elegido y los alcaldes lo saben.

En otro orden de cosas y cambiando de área destacan varios asuntos en Cooperación Económica Local, tales como la modificación de las bases para la concesión de subvenciones a municipios, entidades locales y agrupaciones de municipios para contratar trabajadores en la realización de trabajos de interés general y otro asunto relacionado con una plaza de técnico de consumo de la corporación ya que el puesto quedó vacante por jubilación.