La residencia para enfermos mentales, concluida desde hace dos años y en cuya construcción la Junta de Castilla y León ha invertido más de tres millones de euros, empezará a funcionar «antes de que finalice el año», según adelantó este lunes en Ávila la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos.  El propósito es que «antes de que llegue el verano se licitará la puesta en funcionamiento» de esa infraestructura «con la idea de que esté adjudicada antes de que finalice el año y puesta en funcionamiento en ese momento», añadió.

Con 40 plazas financiadas públicamente, la «filosofía» de la nueva residencia para enfermos mentales no responde a la de un espacio «de asistencia permanente», sino que «quienes lo necesiten puedan estar allí en un momento determinado adquiriendo habilidades y capacidades para poder salir de la residencia, ir a una vivienda» tutelada y acudir «a un centro ocupacional», destacó Milagros Marcos. Precisamente, estaba en Ávila para conocer un piso para personas con discapacidad por enfermedad mental gestionado por Faema, cuyo trabajo elogió la responsable autonómica.  De hecho, la consejera de Familia recalcó que la puesta en marcha de la residencia vendrá a cerrar «el mapa de atención a la discapacidad por enfermedad mental en Ávila»,  dirigido a cubrir las necesidades de este colectivo.  «La residencia va a completar la unidad de recursos que ya tiene Ávila entre la atención que prestan los equipos de apoyo en domicilio, la asistencia sanitaria y los equipos de Psiquiatría de Sacyl en coordinación con la Gerencia de Servicios Sociales, estas viviendas, el centro ocupacional y el centro especial de empleo», detalló.

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