De Navaescurial, un hermoso pueblecito de la provincia de Ávila, hasta Pekín, la capital del país más poblado del mundo, como prueba evidente de que el arte es un idioma entendido y apreciado universalmente, ajeno a fronteras. Ése es el largo viaje que va a realizar la escultura Analiza, una pieza que fusiona realismo y simbolismo, de enorme fuerza estética y no menos significado, que el escultor abulense Santiago de Santiago instaló el pasado verano en su localidad natal y que ahora volará hacia Oriente para participar en la VI Bienal Internacional de Arte de Pekín, a la que han sido invitados artistas de los cinco continentes.
La invitación realizada a Santiago de Santiago para que su obra luzca en tan señalada cita del arte internacional, que él reconoce que la ha dado una gran satisfacción, supone un nuevo reconocimiento para un artista cuya obra puede encontrarse en decenas de países de todo el mundo pero que quizás ha encontrado en la costa oeste del Pacífico, especialmente en Japón, uno de los lugares donde más se ha valorado su producción.
Analiza, la escultura que el público podrá disfrutar en la Bienal pequinesa a partir del próximo 23 de septiembre, es una pieza a tamaño natural realizada en bronce, en la que Santiago de Santiago se ha esculpido a sí mismo sentado sobre un tronco y mirando de forma reflexiva el interior de la parte del cráneo que ha separado de su cabeza, que ha quedado cercenada. La imagen, que recuerda a Rodin, desprende tranquilidad e invita a la meditación, a mirarse dentro, consiguiendo que esa decisión de trepanar el cráneo sea una pose poética sin el mínimo asomo de repulsión.
‘Memoria y sueño’. La Bienal Internacional de Arte de Pekín (Beijing Bienal), que este año reunirá alrededor de 600 obras de artistas de todo el mundo, ha conseguido que en sus anteriores ediciones el número de países participantes creciese de 45 a 87, consiguiendo la participación total de más de 3.000 artistas y el interés de un millón de visitantes.
Concebida como una plataforma artística internacional para intercambios de cultura contemporánea, esta cita –considerada la Bienal de mayor escala a nivel mundial– promueve el concepto de «la armonía mundial», respetando la diversidad de la cultura internacional y la igualdad en el diálogo entre culturas orientales y occidentales. En la edición que se inaugurará en el plazo de un mes, el tema central es el de la ‘memoria y el sueño’, considerada la primera como «la inscripción del corazón de la humanidad, la acumulación de la historia, el tesoro del espíritu y el espacio para explorar el arte», y el segundo como «ese ideal hermoso de la gente, la esperanza que pone fin a los desastres y que persigue la felicidad, y objetivos que requieren esfuerzos constantes».