En su maleta, un montón de ilusiones. En su mente, la sensación y la confirmación de que era un paso innegociable. En sus manos, una oportunidad que sólo se le brinda a las mejores. Y entre ellas a Paula Arias. Ya queda menos. En apenas unos días la ‘pequeña’ tenista abulense tomará rumbo al CAR–Centro de Alto Rendimiento– de Barcelona. Llegará con cierto retraso, pero cuando las lesiones se cruzan de por medio lo primero es lo primero. Un tiempo ‘extra’ que habrá aprovechado su familia antes de despedirse de una tenista a la que Ávila ya se le quedaba pequeña. Era el momento de elegir entre el tenis como un ‘hobbie’ o como un futuro. Y el de Paula Arias tiene forma de punto, set y partido.
En apenas unos días empezará una nueva etapa en su vida, y lo hará desde el CARde SanCugat (Barcelona) junto a tenistas como Aliana Bolsova –que se encuentra en el Top Ten Mundial de categoría júnior–, Cristina Bucsa, la gerundense Julia Pauola, la almeriense Eva Guerrero, el mallorquín Jaume Antoni Munar –subcampeón júnior del Roland Garros–, el valenciano Pedro Martínez Portero, el barcelonés Álvaro López San Martín, el alavés Carlos Divar y el gerundense Eduard Güell. «Me hace ilusión compartir el día a día junto a ellos» señala Paula Arias ante un viaje en el que comparte a partes iguales sensaciones como «la ilusión y las ganas» como el consiguiente miedo que despierta no sólo lo nuevo sino un reto de esta magnitud. «Siempre está presente preguntarte si serás capaz de adaptarte, aunque creo que si me esfuerzo será posible» confiesa la abulense, que ya sabe lo que es pasar algunas semanas en el CAR. Lo que no puede negar es su «ilusión» por disfrutar «de una oportunidad que se me brinda de poder entrenar con técnicos y jugadores muy buenos. No todo el mundo tiene esta oportunidad que tengo, por lo que sé que tendré que esforzarme mucho» señala una tenista que ha podido seguir peleando por ello gracias al patrocinio de Bankia y AMS.
Precisamente es el esfuerzo una de las palabras que más se repiten en la forma de entender el tenis de Paula Arias, y precisamente la llave que le va a permitir cambiar las pistas de Ávila y Valladolid por las canchas catalanas. «Trabajar para poder ir al CARde Barcelona era mi objetivo en estos últimos años.Y ha costado mucho trabajo junto a mis entrenadores».
Por delante la aguardan «entrenamientos de un alto nivel» junto a compañeros «cuyo tenis es superior al mío», lo que tiene claro «que me va a venir muy bien porque voy a poder aprender de ellos». Aprenderá en lo técnico, pero sobre todo podrá dar un salto en su preparación física, un aspecto hasta el momento prácticamente desconocido para ella. «Me va a ir muy bien» señala consciente –y así ha podido comprobarlo en los últimos torneos que ha disputado– que el plano físico empieza a ser un aspecto fundamental. «Ahora mismo yo no tengo físico, algo imprescindible en un deporte en el que si no estás bien preparada es imposible aguantar, ya en estas categorías, dos o tres partidos exigentes, y ya con 16 años hay jugadoras con un físico muy trabajado y si no te pones a su altura juegas con una gran desventaja».
Cambiarán los entrenamientos, pero también su vida académica. «Los estudios estarán más controlados» comenta Paula Arias, que sabe que esto del deporte puede llegar a su fin «en cualquier momento», por lo que defiende que «los estudios no los puedes dejar, porque puedes quedarte sin nada», por lo que «deben ser lo primero». Reconoce que en estos momentos empezaba a ser complicado con tres horas diarias de viaje para poder entrenar en Valladolid. «Se me hacía muy difícil». En el CAR «está todo en el mismo recinto».
Un nivel superior. Medirse a rivales de una mayor edad o categoría no es algo nuevo para la abulense. Entrenar con ellos a diario sí. «Nos podremos aprovechar y aprender unas de otras» comenta sobre el grupo de cinco chicas que componen el Grupo de Competición de la RFET en el CAR San Cugat, donde estarán bajo la atenta mirada de la directora deportiva, Gala León, o Miguel Sánchez, nuevo responsable del CAR, entre otros.
Un quinteto –Eva Guerrero, Cristina Bucsa, Julia Pauola, Aliona Bolsova y Paula Arias– en el que la abulense será, con sus 14 años, la pequeña del grupo, si bien ya sabe lo que es vencer a alguna de ellas en competición.
Un reto personal. «Dejar a la familia en casa e irte con 14 años es difícil, pero había que hacerlo, aunque cueste». Es el peaje que ha tenido que afrontar la abulense en un momento en el que su tenis había tocado techo en Ávila. «Si no tomaba esta decisión no podría progresar» reconoce la tenista, que para tener oportunidades «tenía que irme» a Barcelona.
Un punto en el que el tenis empieza a dejar de ser una diversión para pasar a ser una posible forma de vida. Es lo que lleva buscando todos estos años. «Si siguiera aquí quizás no podría salir a jugar torneos. Si me voy alCARes para tratar de comenzar mi carrera como profesional».
Una nueva etapa que arranca en una temporada atípica para la abulense. Hasta este año las lesiones la habían respetado.Este año no. «He visto que sin físico, si no te cuidas, es imposible» comenta en una campaña en la que veía como una microrrotura en el muslo la obligaba a retirarse del Taca Internacional Maia Jovem de Portugal, o sus posteriores problemas en la muñeca. que la sacaban del Campeonato de Europa y la impedían viajar el Campeonato del Mundo de Naciones. Problemas pese a los cuales ha seguido sumando grandes actuaciones como las que la permitieron conquistar sendas medallas de bronce con la Selección Española en la Winter Cup y Summer Cup, el Campeonato de España de dobles junto a Carlotta Molina o el campeonato de la Babolat Cup.
A partir de ahora su calendario de competición cambiará de forma radical. Se acabaron los campeonatos menores. Los ITF y WTA empezarán a mandar en su ‘agenda’. Aunque todo ello será tras un paso previo, «recuperarme bien». Ha sido mucho tiempo parada, las ganas de volver son innegociables, pero por delante la queda mucho tiempo de buen tenis. El camino empieza en Barcelona. Puede estar segura, tanto como que pese a la distancia, no estará sola.
Su muñeca, en manos de Cotorro, médico de Rafa Nadal
Lo que empezó como unas dolencias en la muñeca y una inflamación en la zona ha terminado siendo el protagonista inesperado en el verano deportivo de Paula Arias. Más de un mes lleva la abulense en el dique seco por unas dolencias que finalmente han derivado a una fractura crabecular y fisura del hueso ganchoso. Y aún lo que la queda, aunque las previsiones más optimistas pasan por un par de semanas. En las próximas semanas la abulense se someterá a unTACpero será ya en Barcelona donde se ponga en manos de Ángel Ruiz Cotorro –el médico que trata a Rafa Nadal– el que determine la recuperación de la abulense y si ya se le puede retirar la férula que en estos momentos la impide la práctica deportiva.
Una lesión que arrancó como unas dolencias que arrastró durante la última fase de la temporada y que finalmente fueron adquiriendo una mayor gravedad. Diagnosticada inicialmente como una inflamación de la muñeca, que la obligó a retirarse del Campeonato de Europa y la privó de acudir al Campeonato del Mundo de Naciones, Paula Arias finalmente veía que el diagnóstico era algo más severo, si bien el proceso de recuperación parece ir llegando a su fin.Será a partir de ese punto cuando llegue el momento de recuperar el tiempo perdido.