Pese a llegar cansado y sediento tras haber recorrido a pie algo más de veinte kilómetros a pleno sol entre Fontiveros y el Convento Carmelita de Duruelo -tercera etapa de la recién estrenada ruta teresiana ‘De la ruta al sepulcro’-, Luis Vega dice estar contento con la experiencia. «Está siendo muy bonito, sobre todo por la acogida que nos están brindando los vecinos de los pueblos a los que vamos llegando, pero la más espectacular ha sido en Narros del Castillo, donde nos han recibido repicando las campanas», explica este vecino de Las Navas del Marqués, uno de los doscientos de peregrinos que desde el jueves realizan este camino por los lugares teresianos entre Ávila y Alba de Tormes.
La ruta se despedirá este domingo de la provincia de Ávila para entrar en la de Salamanca y, de lo andado hasta ahora, «el balance es muy positivo». Así lo asegura el padre Antonio González, secretario general del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, a su llegada, como un peregrino más, al Convento de Duruelo, una fundación teresiana «muy significativa» porque fue «el primer convento de frailes carmelitas descalzos» capitaneados por «San Juan de la Cruz y Antonio de Jesús bajo la supervisión y el impulso de Santa Teresa», detallaba.
Tras comer y reponer fuerzas en Narros del Castillo, la expedición fue recibida a media tarde en ese lugar por el presidente de la Diputación Provincial, Agustín González, y por el subdelegado del Gobierno en Ávila, José Luis Rivas. El primero no dudó en afirmar que la recién nacida ruta ‘De la cuna al sepulcro’ «se va a ir consolidando hasta convertirse en una especie de Camino de Santiago, en una ruta que puede permanecer en el tiempo». De hecho, Agustín González recordó que este itinerario que discurre entre las ciudades que vieron nacer y morir a La Santa contribuye a «alimentar el espíritu teresiano de cara al V Centenario». En la misma línea, el representante del Ejecutivo expresó su deseo de que «la ruta pueda madurar, fructifique y sea un Camino de Santiago a nivel teresiano».