El Atlético de Madrid respondió ayer al nulo margen de error que le habían dejado las victorias del Real Madrid y del Barcelona con un triunfo sobre el Rayo Vallecano por 3-1. Con dos goles anotados por Griezmann, líder indiscutible, el equipo de Simeone sumó tres puntos vitales para mantener la tercera posición.

La victoria rearmó moralmente a los rojiblancos, después de caer el pasado miércoles en los cuartos de final de la Copa ante el Barcelona y antes de disputar la vuelta en unos días, pero no escondió ciertas lagunas en el bloque.

Después de adelantarse en el marcador por 2-0, el cuadro local sufrió de lo lindo y vio cómo el conjunto dirigido por Paco Jémez recortaba distancias y generaba ocasiones para igualar.

Pese a sus compromisos frente al Barcelona, el técnico argentino apenas introdujo cambios en su once titular, que recuperó al croata Mandzukic en el lugar de Fernando Torres. Fue, sin embargo, el pequeño Griezmann quien adelantó al Atlético en el minuto 11, en una nueva muestra de su viveza.

Muy atento a los movimientos de la defensa visitante, el francés vio el temerario pase de Zé Castro, lo interceptó y se lanzó hacia el arco defendido por Toño, al que batió con el interior del pie izquierdo.

El arquero volvió a sufrir al galo poco después, cuando le ganó un nuevo mano a mano, después de que Mandzukic le peinara el balón, para firmar el segundo tanto de la escuadra local.

Confortado con el resultado, Simeone movió a sus hombres y el Atlético se descompuso de manera peligrosa. El Rayo se apoderó del balón , plasmó su momentánea superioridad con un gran gol de Trashorras, que anotó de fuerte disparo desde la media luna, y amenazó con amargarle la noche al vigente campeón.

Sin embargo, el cuadro del Manzanares se recompuso tras el descanso, volviendo al dibujo original con Arda Turan de nuevo por la derecha, Griezmann por la izquierda y Mandzukic por el centro. El francés siguió a lo suyo y a punto estuvo de firmar su tercer tanto con un potente remate que Toño desvió fuera. No obstante, el delantero fue protagonista indirecto del tercer gol local, que firmó el angoleño Manucho en propia puerta, después de que Griezmann botara un córner.

No satisfecho con su exhibición, siguió amenazando el arco del Rayo con el cuarto que bien pudo anotar a tres minutos de la conclusión con otro veloz contrataque que estrelló contra el palo.

El Atlético no pudo evitar el cansancio de disputar dos partidos en tan solo cuatro días y bajó su rendimiento, circunstancia que intentaron aprovechar los pupilos de Jémez sin mayor acierto.

Ya más tranquilo, Simeone dio aire a su equipo con la entrada de Torres y Raúl García y, aunque el conjunto vallecano mantuvo su puntual dominio, no le alcanzó para voltear el marcador.

Con los tres puntos cosechados, el Atlético elevó a 44 su cuenta particular y se mantiene con tres menos que el Barcelona y con cinco más que el Sevilla, que hoy se mide al Valencia y tiene un partido menos, el que disputará el 4 de febrero contra el Real Madrid.