La mecha ya está encendida y a partir de ahora Cebreros se ve envuelto en jornadas de diversión gracias a una de sus fiestas más emblemáticas, el carnaval. Atrás quedan meses de trabajo para elegir el mejor disfraz y dar los detalles a las carrozas y ahora es el momento de salir a la calle y mostrar todo este trabajo pero, sobre todo, es la ocasión para disfrutar.

Tras los actos del viernes, el sábado llegó con el inicio oficial de esta celebración Fiesta de Interés Turístico Regional gracias al primer pasacalles musical y el pregón que corrió a cargo de Óscar Campillo, director del diario Marca. Él mismo explicaba a Diario de Ávila que poder actuar como pregonero suponía «un momento especialmente bonito» para él, por lo que se sentía «muy honrado» de poder ser parte de «una fiesta espectacular, que los vecinos viven con mucha pasión».

En cuanto a su pregón, Óscar Campillo comenzó agradeciendo el «honor» de ser pregonero para pasar después a recordar cómo descubrió el «ánimo carnavalero» de Cebreros.

«En la sangre lleváis la juerga. En el alma la fiesta. En la piel», dijo, y aseguró que le gusta «la gente que se lo pasa bien. Estoy convencido: un pueblo que sabe divertirse, sabe trabajar. Como vosotros».

Y esa diversión se ve «casa por casa, esquina por esquina, luzca el sol o caigan chuzos de punta. Los prohiba o no la autoridad. Pase lo que pase, en Cebreros echáis mano del ingenio y salís a la calle para dar rienda suelta a la fantasía y al espíritu bullanguero que os arde en las venas». Porque «la alegría empapa el aire, las risas, los abrazos, el baile, los besos, unas buenas dosis de picardía, alguna travesura, la burla inofensiva, el chiste, la ironía, la música, el vino, los brindis, la camaradería, la broma, la chanza… la vida».

Lea la noticia ampliada en la edición impresa