La «sencillez» de Francisco cala en Ávila

M. M. /A. A
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Los responsables de las congregaciones religiosas de Ávila y otras personalidades muy unidas a la Iglesia valoran de forma muy positiva la llegada de Francisco I a la silla de Pedro

La bandera vaticana ondea en el Obispado de Ávila. - Foto: Vanessa Garrido

SENCILLO, comprometido, humilde... incluso bromista.Son sólo algunos de los epitetos con los que aquellos a los que se les ha preguntado sobre la figura de Francisco I han descrito al que ya es nuevo Papa de la Iglesia Católica.

Los responsables de las congregaciones religiosas asentadas en Ávila, así como otras muchas personalidades unidas muy directamente a la Iglesia Católica, han querido compartir con los lectores de Diario de Ávila las primeras sensaciones que Jorge Mario Bergoglio les ha producido.

Así, el prior franciscano del convento de San Antonio de Ávila, Timoteo Martínez, ha afirmado que «el nombramiento de este Papa es una señal de la nueva Iglesia que queremos, un signo del espíritu de estos momentos». El prior de San Antonio ha querido resaltar la importancia que para su congregación tiene el hecho de que el Pontífice haya elegido el nombre de Francisco. «Pensamos que quiere vivir una vida al estilo de San Francisco de Asís, austera y sencilla». Y es que para el padre Timoteo Martínez es necesario «renovar la Iglesia desde la sencillez y la austeridad, siguiendo los valores del evangelio». Aunque, tal y como ha expresado el franciscano abulense, «nadie esperaba este nombramiento», se ha producido  porque «el espíritu es el que ha iluminado a los cardenales». La valoración que le merece el hecho de que sea un Papa hispanoamericano se centra en que «es un signo de que en Europa, el Cristianismo estaba enquilosado y ahora debe dejarse evangelizar por el nuevo mundo».

Para el prior de los Dominicos de Santo Tomás, Rafael Laya, «gracias a Dios» es un Papa comprometido con los pobres, con la marginalidad por su manera de vivir hasta ahora». También ha expresado que se trata de un de una bondad extraordinaria, amén de su formación jesuítica». No ha querido aventurarse el padre Laya  a plantear el futuro pero «el gesto de arrodillarse en el balcón» en el momento de su presentación como nuevo Pontífice, «fue muy hermoso» y concluye que «el primer impacto ha sido muy bueno». El hecho de que sea hispanoamericano también ha sido muy bien valorado por Laya, quien añade que «el hecho de que hable nuestra lengua y conozca nuestra cultura es un gozo» .

Por su parte, el carmelita Rómulo Cuartas, subdirector del Cites en Ávila, ha afirmado a esta redacción que «como latinoamericano he recibido este nombramiento con un sentido muy especial porque significa que la iglesia de América Latina adquiere más solidez». El hecho de que el Papa sea religioso de la orden de San Ignacio supone que está en consonancia «con los intereses del Cites: la espiritualidad como elemento esencial para la recuperación de la propia imagen del ser humano y para reconducir los pseudo valores» que rigen la sociedad actual. Por lo tanto Cuartas aplaude este nombramiento porque puede significar una renovación de la iglesia. «Se trata de un Pontífice de sólida formación y experiencia espiritual, que plasmará en su ministerio».

Desde Arévalo, el director de la Obra Salesiana,Antonio Esgueva, reconoce su inicial sorpresa al conocer el nombre del Papa. «Porque ha salido en contra de todos los pronósticos», asegura. Y una vez repuesto de esa sorpresa, Esgueva encontró un hombre «sencillo, cordial» y suficientemente «humilde» como para inclinarse ante la multitud allí congregada. «Me gustó que mencionase a Benedicto XVI, así como que sea latino y jesuita», reflexiona Esgueva, que cree que Francisco es un hombre «consciente de la realidad de pobreza» a la que tiene que hacer frente hoy el mundo. El único pero que podría ponerle al nuevo Papa es su edad. «Esperaba que fuera más joven», reconoce el director del Juan Bosco, que aún así tiene claro que si ha sido elegido por los cardenales y el Espíritu Santo, por algo será.

Y aunque no han querido hacer declaraciones al respecto, desde los conventos de La Encarnación y San José Las Madres, sí que se ha trasladado a esta redacción su ilusión por la llegada del nuevo Papa, por el que rezan desde el momento de su nombramiento. «Acogemos con espíritu de fe lo que Dios nos da con este padre, y rezamos por él en silencio», aseguran desde San José.

más voces cualificadas. El teólogo Olegario González de Cardedal ha expresado en declaraciones al diario ABC que «dos fueron mis sentimientos en la noche del miércoles. Uno: felicitación a Argentina y a toda Hispanoamérica; el protagonismo de Bergoglio en la reunión de Aparecida (Brasil) preparó esta elección». El otro sentimiento que manifestó Cardedal fue el de curiosidad «por saber qué habría dicho Borges al ver a un argentino ante la cúpula de San Pedro». Olegario González de Cardedal, que conoció personalmente al actual Papa afirma en estas líneas que personifica la «figura clásica de un jesuita, silencioso, sereno, de mirada larga». Añade el teólogo que «sería un espejismo pensar que se entenderá la acción de un Papa por sus orígenes. Nuestro origen nos condiciona pero, por ser libres, somos los que decidimos preferir u omitir». No falta en estas líneas el director  del Instituto de Ciencias Religiosas, Jorge Zazo, que en primer lugar destaca no sólo el que nada más asomarse al balcón de San Pedro, Francisco I pusiera a rezar a todo el mundo, sino, además, el que consiguiera sacar una sonrisa a todos los presentes. «Es importante que se comprenda la alegría de creer, que la fe no es algo triste», reflexiona Zazo, para el que una de las claves de la primera intervención del Papa reside en el hecho de que recalcara, ante todo, su condición de obispo de Roma. «Y su sencillez es una invitación a que seamos testimonio delEvangelio, que nos llama a ser sencillos», continúa con sus palabras.¡ Para él, Francisco viene a completar las obras emprendidas por Juan Pablo II, «el misionero», y Benedicto XVI, «el Papa de la palabra».

Junto con las religiosas de La Encarnación y San José, la voz femenina la pone en estas líneas Lydia Jiménez, presidenta del Consejo Directivo de la UCAV, que tuvo ocasión de tratar con Francisco I en 2006, cuando siendo cardenal asistió en Madrid a los ejercicios espirituales de la Conferencia Episcopal. «Pude apreciar su profunda y sencilla humildad, un conocimiento profundo de la vida consagrada en la Iglesia», recuerda Jiménez. «En un lenguaje muy actual y cercano, insistía en la necesidad de unidad en el seno de la Iglesia, en las comunidades religiosas y en cualquier empresa. «‘Cuando hay unidad se pueden hacer grandes cosas. Sin embargo, las divisiones son siempre obra del mal espíritu, del demonio’, decía», continúa rememorando Jiménez, para la que el nuevo Papa «tiene la humildad, sencillez y austeridad de los santos». Y se muestra de acuerdo con Jorge Zazo al asegurar que «siguiendo la estela de Benedicto XVI, seguirá afianzando la Iglesia en lo esencial. Y seguirá a Juan Pablo II, el Papa misionero, muy en línea con los grandes misioneros jesuitas».

El padre carmelia de la iglesia de La Santa, Antonio Gonzaléz, secretario del V Centenario de Santa Teresa ha afirmado que, aunque no es una persona que conociera, el Papa Francisco revela «una gran sencillez». Ante la pregunta sobre su planteamiento de futuro de este pontificado ha afirmado que «las expectativas se irán viendo. Estamos al principio, pero creo que es un hombre moderado equlibrado y sencillo» y ha añadido que «el tiempo en el que esté al frente de la iglesia, sepa responder a las cuestiones que esta plantea».

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