LA Adrada arrancó su ya tradicional Feria de Los Santos en sus tres vertientes, la de ganado, la de artesanía y la que se estrenó el año pasado con notable éxito, la agroalimentaria, denominada deLicAtessen. La cita anual organizada por el Ayuntamiento de la localidad, una de las más antiguas de la provincia y que se retomó en 1998 en recuerdo de aquellas ferias que tenían lugar en el municipio desde hace más de cinco siglos, no faltó a su cita con la festividad del 1 de noviembre para volver a erigirse en referente para la comarca de este puente festivo desde el punto de vista del ocio y el turismo.  

El animado arranque, presidido por la buena meteorología, deja buenas perspectivas hasta el domingo para una propuesta que se ve completada con un buen número de actividades para todos los públicos, según el programa municipal diseñado para la ocasión.

La inauguración tuvo lugar en torno al mediodía y al acto no faltó el alcalde de La Adrada, Roberto Aparicio, quien estuvo acompañado de miembros de la Corporación Municipal y de otros alcaldes de la zona. El paseo por los distintos puestos instalados en el recinto de La Cotá marcó el inicio oficial de una feria que cuenta con 27 expositores de agroalimentación y 37 de artesanía. De esta manera, productos como miel, quesos, anchoas, cerveza artesana, encurtidos o embutidos, muchos de ellos de la provincia y de la marca Ávila Auténtica, se dieron la mano con artículos artesanos de decoración o complementos. No nos olvidamos del ganado, uno de los protagonistas, aunque este año Aparicio lamentó la ausencia de los ejemplares de la ganadería de la Diputación Provincial, con sus razas de avileña-negra ibérica y bociblanca, que finalmente no se desplazaron. No faltaron, eso sí, los ganaderos locales para la muestra de ovejas, cabras o caballos. La peque-granja, con animales como ocas, patos o gallinas y organizada por la familia Cacho-Manzano, atrajo las miradas de los más pequeños, algo que seguro se repetirá el domingo.