Cuestión de amor por El Burguillo

I.Camarero Jiménez
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Por segundo año consecutivo Gustavo Méndez y un gran equipo de 450 voluntarios, buzos, empresas y ayuntamientos han acometido la limpieza de un embalse del que han sacado casi 8.000 kilos de basura

Partió del mismo lugar y se hizo con algo más de participación que el año pasado: la segunda limpieza del embalse de El Burguillo se escenificó este fin de semana y contó con varios centenares de ‘actores protagonistas’, en torno a 450, todos los voluntarios que pusieron su granito de arena para dejar lo más limpio posible un pantano del que viven muchos y del que disfrutan muchos más. 

Con esa idea, porque el agua da vida y abastece a numerosos pueblos todo debía salir rodado, es sin duda un fin común y muy acertado que con tan sólo dos ediciones se ha ganado a pulso una muy buena fama. Vecinos de la zona, pero también de lugares alejados e incluso de fuera de la provincia, ayuntamientos varios, bbuzos voluntarios y numerosas empresas pusieron sus manos, su maquinaria, su voluntad en definitiva, además de su tiempo para sacar de las aguas del pantano los kilos y kilos de suciedad que los seres humanos vamos depositanto en este enclave día tras día. Como es de suponer de allí, sobre las aguas, bajo ellas o en los alrededores salió de todo, como la vez anterior, barcas, chatarra, bolsas, plásticos, neumáticos, tazas, zapatos, colchones, somieres, tendederos... usen la imaginación porque de todo había en la zona. Apuraron y mucho para dejarlo lo mejor posible y al final lograron sacar en torno a 8.000 kilos de basura de este, nuestro querido pantano. Son menos que los 20.000 del año anterior pero es que entonces el volúmen de agua de El Burguillo estaba mucho más bajo y se podía llegar a más.

Destaca el organizador, Gustavo Méndez que está plenamente satisfecho con la iniciativa que se ha reeditado este año, que le produce especial «orgullo» la gran cantidad de niños que había en esta ocasión, pero también de personas mayores «porque hemos tenido hasta una pareja de 74 años no sólo limpiando sino también después, participando de la barbacoa y de los conciertos».

Ha habido bajas de última hora porque «daban lluvia y mal tiempo», aunque finalmente «no nos cayó una gota». Pero como bajas, también hubo altas el mismo día de la limpieza (el sábado) y «ha sido un auténtico lujo». Además, no sólo se trataba de limpiar, sino también de disfrutar de un día al aire libre pues cada participante al inscribirse recibía una pulsera con un número que le daba acceso no sólo a un sorteo de múltiples regalos (catas de vino, noches de hotel, aventura en parapente,  lotes de quesos, de azafrán, rutas a caballo, menús grastronómicos...) sino también a una barbacoa y a conciertos en directo que se extendieron hasta casi las 23 horas de la noche.

Esta vez las cosas han ido mejor «hemos tenido guantes y bolsas de sobra», «los conciertos han sido maravillosos»... Ahora bien si tuviera Méndez que poner un «pero» y es muy pequeño este vendría a la hora de comer porque, recuerda «todo se hace con voluntariado» y claro dar de comer a casi 500 personas a la vez... Seguro que a ellos, a ninguno les importó porque la iniciativa iba de otra cosa, de ayudar al planeta pero también de crear conciencia porque si se tiene que volver a repetir la limpieza, se hará pero siempre preferirán que la gente deje de contaminar la zona. Todo sea por la concienciación.