La pobre lluvia caída en los últimos meses en Ávila, situación de sequía que no han paliado ni el otoño ni el inicio del invierno, mantiene a los embalses que abastecen a la ciudad de Ávila en unos niveles «preocupantes», al 33,7 por ciento de su capacidad conjunta, por lo cual desde el Ayuntamiento se vuelve a recomendar a los abulenses «un consumo responsable del agua», tal y como ayer manifestó Patricia Rodríguez, teniente de alcalde de Servicios Sociales y portavoz del equipo de Gobierno. Con el pantano de Becerril al 28,8% de su capacidad, el de Serones al 25,1% y el de Fuentes Claras al 92,6%, bajos niveles que coinciden con «una ligera mejora de la calidad del agua», el Ayuntamiento sigue manteniendo el aporte de agua desde el Río Mayor y desde los sondeos de El Soto, con la esperanza de que las condiciones climatológicas cambien y antes pronto que tarde llegue la ansiada lluvia… o la nieve.