Los pescadores tradicionales de la comarca del Tormes pueden estar satisfechos. Las protestas que han protagonizado desde que se abrió la temporada de pesca a mediados del mes de marzo han surtido efecto hasta tal punto de que la Consejería de Medio Ambiente modificará «próximamente» la orden que desarrolla la controvertida nueva Ley de Pesca de Castilla y León con el objetivo de «recoger en parte las demandas» planteadas por los aficionados de la zona de El Barco de Ávila. Así lo adelantó ayer a esta Redacción la jefa del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Ávila, Rosa San Segundo, tras «escuchar» las peticiones que los aficionados del Tormes pusieron «sobre la mesa» en una reunión reciente, a raíz de la cual «se convocó un Consejo Territorial de Pesca el pasado jueves» del que salió una propuesta que recoge significativos cambios en la citada normativa que entrarán en vigor «esta semana o la próxima», afirmó.
Una de las reivindicaciones planteadas por los pescadores del Tormes que ha sido atendida ahora por la Junta de Castilla y León es «aumentar el número de pases de control en el área de aguas de régimen especial» situada en el tramo del río que discurre por «la zona urbana de El Barco de Ávila», avanzó Rosa San Segundo, según la cual esa zona del Tormes estaba limitada inicialmente a «catorce pases diarios con un cupo de capturas de dos ejemplares por persona», mientras que una vez que sean efectivos los cambios en la normativa aceptados ahora serán «veinte» los pescadores que podrán pescar allí cada día.
Lo mismo sucederá en el tramo calificado como aguas de régimen especial en el término municipal de Bohoyo, en el que «se pasa de dos a ocho pases diarios» de pesca con muerte, añadió la responsable del Servicio Territorial de Medio Ambiente.
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